“Vamos a andar, Loncopué”

Los distintos conflictos sociales que se producen como forma de protesta ante la falta de respuesta del gobierno de nuestra provincia en cuestiones básicas para su población, como son educación y salud, son combatidos por algunos punteros del partido provincial como si los que protestaran fueran los que generaron la situación de indefensión en que nos encontramos los habitantes de esta provincia que dependemos del Estado. Lo visto y oído en nuestro pueblo, en referencia a las medidas tomadas por las comunidades educativas de nuestras escuelas, dejó en evidencia la pura y salvaje defensa de lo indefendible a través de ataques preparados por personas mandadas a romper con esa protesta insultando a alumnos, descalificándolos por cuestiones personales cuando ellos, muchos menores de edad, no estaban con sus padres o tutores y la relación de desigualdad era más que evidente. Es realmente increíble como se pretende tapar con argumentos absurdos la realidad que estalla por todos los ámbitos relacionados con el Estado. Ponen el dedo a la represa de El Chocón para tapar una pérdida –obviamente estamos todos en grave peligro–, pero se explica, y con argumentos viciados de nulidad, que la calidad del dedo es lo mejor para tapar el infierno que se está por desatar. Cuando veíamos la fiebre privatizadora de la década de los 90, los docentes tenía-mos permanentemente como lema “la defensa de la educación pública” y en cada acto, en cada movida de concientización a la población, lo recordábamos. Todos temíamos que las escuelas públicas corrieran el mismo destino que hoy están corriendo las escuelas de países vecinos, pero aquello viéndolo desde el desastre actual parece del siglo pasado… ¡Ah, sí!, es del siglo pasado. Los que peinamos canas, o ya no peinamos nada, notamos que esto es lo peor que transitamos en los tiempos maravillosos desde que el pueblo recuperó la democracia, en referencia a la educación pública y la salud. Si el anterior dejó todo destrozado para que el que está ahora no encuentre más que ruinas y la vuelta del que se fue sea aclamada por un pueblo necesitado de redentores mágicos, a nosotros, los que sólo cumplimos nuestra obligación pública, nos da la impresión de que no sólo son del mismo partido sino que son socios desde ese siglo pasado antes mencionado y tanto uno como el otro tendrían que haber impulsado la continuidad de las políticas sociales que son la base en la que se ha inspirado el partido provincial desde su fundación. Nos estamos enfrentando, y no somos más que vecinos que vivimos dentro de una misma realidad. Nuestro humilde pueblo de esta cordillera neuquina una vez más se divide en conflictos derivados de la falta de previsión del gobierno de turno sobre aspec-tos que son derechos universales, como la defensa de la vida, la educación y la salud. Jorge Carlos Meléndez, DNI 13.314.104 Director del CPEM Nº 10 – Loncopué

Jorge Carlos Meléndez, DNI 13.314.104 Director del CPEM Nº 10 – Loncopué


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