«Vamos por todo»

El volante del campeón sueña con repetir los logros del 2003, lo que les aseguraría un lugar "en la historia del fútbol mundial".

El hombre habla no sólo con la autoridad que le da esa cinta que sujeta su brazo izquierdo; también lo hace montado a la prosapia que le dan los años, ahora que transita largamente la treintena. Diego Cagna, capitán del campeón del mundo, se prepara para su decimoquinta temporada en el fútbol grande con la misma pasión que en la primera. Lo que hay por delante, claro está, llenaría de motivación a cualquiera: defender la Copa Libertadores, el título del Clausura, tratar de viajar de nuevo con Boca a Japón. No es poco, y él lo sabe. «Si llegamos a ganar otra vez la Libertadores, el torneo local y la Intercontinental estaríamos entrando en la historia del fútbol mundial, y creo que esa es suficiente motivación», señala en La Posada de Los Pájaros, en Tandil, con un telón de sierras rodeando sus palabras.

Cagna sabe que el equipo, cualquiera sea la mentalidad con la que afronte el año, estará expuesto a la típica crítica que se le endilga a un supercampeón: el aburguesamiento. «Si los resultados no llegan a darse todos dirán que Boca entró en un relax. Per así es el fútbol».

«Nos conocemos hace bastante tiempo -agrega el volante-. Sabemos lo que tenemos que hacer dentro de la cancha porque hay un excelente cuerpo técnico. Es lindo imaginar y soñar que ganamos todo de vuelta. Sabemos que será bastante difícil repetir lo del año pasado, pero vamos a intentarlo». El capitán adelantó que intentarán pelear la Copa y el Clausura. «Vamos a encarar los dos campeonatos de la misma manera. Y después, con el correr de los partidos se verá como se sigue». Los integrantes del cuerpo técnico de Boca están tan compene

trados en este nuevo año de trabajo que provocan que los jugadores quieran ganar hasta lo partidos de verano. «Para nosotros los objetivos son los que juguemos. Sabemos que estos partidos de verano son de preparación pero a nadie le gusta perder. Recién después llegará la Copa, el campeonato y todo lo que venga», subrayó Cagna.

A diferencia del 2003, este año, para Cagna, hay dos equipos que ya acumulan experiencia y conocimiento entre sus integrantes, los dos rivales más temibles. «San Lorenzo tiene una base armada y River nuevo técnico pero los mismos jugadores. Por eso no tenemos la ventaja del año pasado», cree.

En relación a su posición en la cancha, Cagna sostuvo que «no tengo problemas en jugar en cualquier posición en el mediocampo. Por derecha me siento cómodo porque es mi perfil, pero por izquierda tengo más panorama», remarcó. Sin embargo, manifiesta que en el lugar que más cómodo se siente es jugando de enganche, lugar en la cancha que ocupó en alguna práctica en Tandil.

Cagna, quien destacó a los chicos que jugaron ante Independiente, en Salta, reconoce que son agotadores los días de pretemporada en Tandil, pero aclaró que tiene claro que el trabajo es fundamental para el resto del año. «Los días acá son duros, como sabíamos que iba a suceder, pero estamos trabajando a conciencia debido a que tenemos claro que es algo fundamental para todo el año», concluyó. (Télam).

Se van dos emblemas y Racing los extrañará

Solucionados los últimos temas pendientes entre Claudio Ubeda y Blanquiceleste, quedó concretado ayer el pase a préstamo del defensor de Racing al Tokio Verdy, de Japón, equipo dirigido por el ex técnico del club, Osvaldo Ardiles. Ubeda se despidió de la concentración poco antes de mediodía para viajar primero a Mar del Plata, donde permanecerá hasta el viernes junto a su familia, de vacaciones. Ubeda jugará a préstamo en el Verdy, con el que lo ligará un contrato de once meses por 500.000 dólares, y la operación reportará 70.000 dólares a Blanquiceleste. La salida de Ubeda se agrega a la del delantero Diego Milito, quien terminó de concretar su pase al Genoa, de Italia, de la segunda de Italia.

En relación a estas transferencias, Ubaldo Fillol manifestó que su equipo pierde a dos líderes del grupo y mucha jerarquía dentro del plantel. «Ellos dos jugadores generaron una mística dentro del plantel que nos va a ayudar a que aparezca más gente con esas características. Yo tengo mucha confianza, aunque a mí me perjudica que se vayan pero las cosas son así. Desde la primera reunión con (Fernando) Marín en diciembre, sabía que esto podía pasar y yo no le puedo cortar la carrera a nadie», sostuvo.

Ubeda jugó nueve años en Racing y, según el entrenador, «dejó todo y ésta es la última chance que tiene de hacer una diferencia económica importante».

Con la salida de Ubeda queda por develar quién será el capitán del equipo a partir de mañana, cuando Racing enfrente a Boca en Mar del Plata. Se rumorea que el nuevo estandarte del equipo puede ser su arquero, Mario Cuenca.

Para Bianchi, Cagna es el espejo

Si lo dice el ingeniero del campeón, quién podría contradecirlo. Carlos Bianchi señaló que Cagna es el espejo para todos. «Si el jugador más viejo del grupo es un ejemplo, los que vienen atrás no se pueden dar el lujo de equivocarse», sostuvo Bianchi, en Tandil, en referencia a Diego Cagna.

Bianchi explicó que cuando decidió repatriar a Cagna nunca dudó de lo que podía rendir, más allá de que el volante retornaba a Boca luego de estar prácticamente un año y medio sin jugar. «Si lo fui a buscar es porque sabía lo que podía rendir, a pesar de que venía de un año y medio bastante difícil. Per desde el momento que me puse en la cabeza a Diego, estaba convencido de que iba a rendir», explicó Bianchi. Según el entrenador de Boca, Cagna «es un gran profesional, y el que es un gran profesional siempre va a estar más cerca de jugar bien al fútbol». A la hora de marcar sus virtudes Bianchi enumeró: «Es un hombre que maneja el juego y los tiempos del partido. Además, tiene una enorme agresividad para recuperar la pelota. Por eso es un ejemplo».


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