Varios secuestros de vehículos lujosos en Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Para algunos turistas las vacaciones en esta ciudad terminaron en una inesperada pesadilla, cuando la policía comprobó en el control caminero que los autos en los que circulaban tenía pedido de secuestro.

Los viajeros debieron bajar allí mismo a sus familias y descargar sus pertenencias. Luego habrán comenzado a planificar qué harían con sus días libres y cómo volvían a su lugar de origen por otro medio. Claro que con una causa judicial encima.

Hasta anteayer, la policía caminera había concentrado en su pequeño playón seis autos y camionetas último modelo, cinco de ellos secuestrados en esta última semana.

La sospecha, en la mayor parte de los casos, surgió cuando los verificadores detectaron a simple vista que las chapas patentes no eran las originales.

Luego el procedimiento de rutina incluye el control de la cédula verde y los números de motor y chasis donde aparecieron otras irregularidades.

A continuación realizaron los pedidos telefónicos a otra dependencia policial para que realice el chequeo vía Internet, que confirmó en cada caso que el auto tenía pedido de secuestro.

Cuatro de los vehículos interceptados por la policía local son costosas camionetas de doble tracción. Hay una Toyota Hilux con pedido de secuestro en Caseros -provincia de Buenos Aires-, un Jeep Grand Cherokee procedente de Caleta Olivia y una Mitsubishi Turbo radicada en Lago Puelo.

También quedaron secuestrados un utilitario Fiat Ducato, un Citroën Berlingo procedente de Lobos, y un Peugeot 306 con pedido de secuestro en Almirante Brown, Buenos Aires.

Como es usual en estos casos, todos los conductores aseguraron haberlos adquirido de buena fe. Incluso uno de ellos mostró el boleto de compraventa emitido por una concesionaria.

Lo insólito fue que el conductor proveniente de Caleta Olivia exhibió un comprobante de la verificación de su rodado emitido por la policía de Santa Cruz, a pesar de que sobre la camioneta pesaba una denuncia de robo con fecha previa.

El oficial consultado explicó que la gente que viajó desde muy lejos con esos vehículos se arriesgó mucho, seguramente sin sospechar el problema que le esperaba. Aún así había logrado pasar varios controles provinciales sin mayor problema.

Dijo que los controles en el acceso a Bariloche se intensificaron por la temporada turística y que -si bien es imposible detener a todos los vehículos- se aplica un criterio selectivo que apunta «a las 4×4», los autos más modernos y aquellos que tienen patentes falsas o cristales sin grabar.

Aconsejó a los compradores que desconfíen de las ofertas a precios muy bajos, y también que «antes de abonar» la operación hagan verificar toda la documentación y los números de motor y chasis en la policía y los registros del automotor.