Vecinos de Sierra Grande murieron en La Pampa

Héctor Vallejos y su esposa Graciela Wyidra volcaron en su auto cerca de Puelches

SIERRA GRANDE (ASG)- Un conocido vecino de esta ciudad vinculado estrechamente a la política y al deporte, y su esposa, fallecieron en un accidente en una ruta de La Pampa. Héctor Vallejos, conocido como «el Tala» hacía pocos años que había regresado a Sierra Grande después de permanecer ausente tras su activa participación de la huelga de HIPASAM de 1975.

El accidente, que conmocionó a esta localidad, se produjo el domingo alrededor de las 18, según informaron fuentes policiales de la provincia de la Pampa.

Vallejos transitaba por la ruta 152 a bordo de un Peugeot 206 cuando en un momento perdió su control y volcó en una peligrosa curva, según señalaron las fuentes consultadas.

El accidente se produjo muy cerca de la localidad de Puelches, a unos 300 kilómetros de la capital provincial, según informó el comisario inspector Juan Domingo Pérez, de la Policía con asiento en la ciudad de Santa Rosa.

Según trascendió, la esposa de Vallejos, Graciela Teresa Wyidra, de 48 años, perdió la vida en el acto, mientras que el conductor del rodado, de 57 años, seguía con vida cuando llegaron al lugar del accidente las autoridades policiales y el personal de emergencias que lo asistió.

Inmediatamente Vallejos fue trasladado a Puelches, donde recibió las primeras atenciones, pero falleció cuando se preparaba su derivación al hospital de la ciudad de General Acha.

Según el comisario Pérez, ambos cuerpos ingresaron por la noche a la morgue provincial de General Acha donde se realizó la autopsia. Hasta ayer al mediodía estaban en la morgue porque no tendrían familiares en La Pampa.

Las primeras hipótesis acerca de las causas del accidente señalan que el exceso de velocidad pudo ser el desencadenante de esta fatalidad. Interviene en esta causa el Juzgado Nº 2 de General Acha.

Vallejos será recordado por muchos como un luchador debido a su participación en la huelga de HIPASAM en el año 1975, que le valió ser protagonista de un documental que filmó el cineasta César Sodero el año pasado.

Por ese episodio estuvo detenido durante varios años, pero regresó a vivir al lugar que consideraba su sitio en el mundo en una entrevista que hace un tiempo le realizó «Río Negro».

En esa nota había manifestado que volvía para quedarse y por eso instaló una maderera, a la que según dijo le ponía «alma, corazón y vida».

En su regreso no dudó en manifestar su simpatía con el presidente Néstor Kirchner y aprovechó sus vínculos con funcionarios de organismos nacionales para conseguir subsidios para pequeños empresarios de Sierra Grande.

En el último tiempo también estaba ligado a la actividad deportiva y había inaugurado las instalaciones del club de fútbol San Martín.


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