Vecinos hartos de la violencia cortaron la ruta 7

NEUQUEN – Cansados de no obtener repuesta a sus reclamos por la inseguridad que sufren a diario, los vecinos de Parque Industrial cortaron la ruta 7 y exigieron la presencia de funcionarios del gobierno. Al cierre de esta edición un reducido grupo de personas permanecía apostada en ambos carrilles del camino mientras ardía una cubierta en la banquina y el ambiente se cubría de un humo denso y penetrante. La consigna era «resistir hasta que nos escuchen».

Los policías que controlaron el corte anticiparon que no actuarían y que se limitarían a esperar que los vecinos lo levantaran o, eventualmente, una decisión del juez Juan José Gago. Anoche estuvieron en el lugar el ministro de Gobierno, Carlos Rosso y el subjefe de la Policía, Aldo Pizarro, quienes anunciaron que enviarían inmediatamente una decena de efectivos, pero 45 minutos después de efectuada la promesa ello no se había producido y los vecinos mantenían el corte.

La protesta resultó inédita, ya que los vecinos suelen mostrarse temerosos de denunciar la inseguridad en que viven. El detonante fue la agresión a un joven de 17 años que cursa el cuarto año en el CPEM 44. Alrededor de las 20 del domingo fue baleado desde corta distancia en la cara, debió ser hospitalizado de urgencia y permanece en grave estado en el hospital Castro Rendón.

Pocas horas después el autor, un menor muy conocido en el barrio por sus problemas de conducta y con numerosos ingresos a la comisaría, fue detenido. Otro muchacho que lo acompañaba en la ocasión permanece prófugo.

El clima de enfrentamiento del día anterior se trasuntaba con las informaciones que se recibían desde el hospital sobre el estado de la víctima, Federico Acuña, y su familia denunció amenazas de muerte.

El comisario Villoldo, subjefe de la comisaría Cuarta, dijo al periodismo que no tenían orden de actuar y que esperarían el curso de los acontecimientos. «Nada», dijo cuando se le preguntó qué harían si se extendía la protesta, que comenzó minutos después de las 17.

«El comisario vino y nos intimó a que despejáramos la ruta, pero la gente ha decidió mantenerse sobre el asfalto y se hará su voluntad. Pedimos que venga alguna autoridad de gobierno porque no podemos seguir así. Estamos cansados de mandar notas a todo el mundo, pero nadie nos escucha», dijo Mario Azúa, presidente de la comisión vecinal.

Luis Moreno, integrante de la directiva vecinal, señaló que «los reclamos son los de siempre: una subcomisaría o comisaría, con el equipamiento de infraestructura humana y material necesario; queremos que haya más presencia policial en las calles del barrio; una sala de primeros auxilios con atención permanente y una ambulancia. El domingo al chico hubo que llevarlo en auto particular».

Cuando comenzó el corte hubo más de doscientos vecinos, hombres mujeres y niños, reclamando con carteles, palos atravesados en la ruta y gomas prestas para comenzar a arde.

En tanto, los colectivos que prestan el servicio público llegaban hasta al punta del corte y dejaban a los pasajeros.

Más difícil fue la situación para quienes viajaban de Neuquén a Centenario y viceversa: tuvieron que hace el tramo caminando y en cada extremo de la protesta, eran recogidos por otro colectivo.

Los vehículos particulares se desviaban por caminos de tierra.

Una agresión fue el detonante

NEUQUEN -«Te cuento todo lo que pasó con mi hermano pero antes dejame que te diga, de buena onda, que estamos cansados de que el periodismo diga que Parque Industrial es la madre de todos los despelotes y en otros barrios no pasa nada. Es que se nos segrega, cuando vamos a buscar laburo nadie nos da bola», señaló Daniel (16).

Del episodio en que fue baleado su hermano dijo que lo esperaron, lo amenazaron hasta dispararle. «Todos sabemos quién es. Mi hermano jamás ha tenido problemas con nadie», aseguró. Según fuentes policiales el chico herido no registra antecedentes de mala conducta, y por contrapartida su atacante está reconocido como repetido protagonista de episodios violentos.

«Esta mañana una hermana del chico que detuvieron amenazó de muerte a la hermana del baleado. Le dijo que si mantenían la acusación la iba a cagar matando», señaló una fuente.

Federico Acuña -pasó a quinto año-, recibió un disparo presuntamente calibre 22 largo en el pómulo izquierdo. Nunca llegó a perder el conocimiento, pero debió ser intervenido y aunque un familiar dijo que se recuperaba bien, otra fuente señaló que debía aguardarse unas horas para observar su evolución.