Venezolanos esperan el incierto nuevo socialismo

En el 2007, los venezolanos entrarán en el túnel desconocido del socialismo que impulsa el presidente Hugo Chávez, cuya primera expresión será una reforma constitucional que dará forma al nuevo proyecto político destinado a salvar al país de «la destrucción capitalista». Los cambios seguramente comenzarán a sentirse luego de que Chávez asuma oficialmente su segundo mandato, el 10 de enero, tras la victoria electoral del 3 de diciembre que lo mantendrá en el poder hasta el 2013.

Como medida de impacto latente, el presidente tiene previsto cambiar su gabinete y, como en ocasiones pasadas, el anuncio podría hacerse en el acto en el que se cambiará la banda presidencial de un lado a otro de su pecho. El nuevo año augura un punto de cambio en la llamada revolución bolivariana, que pasará a una nueva fase de profundización con la «vía venezolana al socialismo», como la proclama Chávez.

El país estará pronto envuelto en un debate sobre el socialismo, pero su máximo escenario será la Asamblea Nacional (Congreso) que está representada por una sola tendencia, el oficialismo, que asumirá sin confrontaciones con la oposición el cambio de la Carta Magna.

Según algunos anuncios, el debate de la reforma constitucional abarcará los primeros tres o cuatro meses del año y se centrará en la incorporación del término «socialista» en el nombre de la República Bolivariana de Venezuela, la reelección presidencial ilimitada y cambios en la propiedad privada para darle entrada a la propiedad comunitaria.

Ya el presidente adelantó la creación del partido unificado de la revolución, el Partido Socialista Unido de Venezuela, que sustituirá a la coalición de grupos de izquierda que lo apoyó y que desaparecerá.

En su mensaje de fin de año a los cuarteles, Chávez abundó en detalles para el sector castrense, indicando que propondrá dentro de la reforma que en adelante la Fuerza Armada venezolana se llame Fuerza Armada Bolivariana, en la que lo «institucional» será la identificación con el proceso revolucionario y que dejará de ser apolítica.

«Vamos a la conducción de una nueva era, que nadie crea que el proceso seguirá avanzando por inercia, que vamos con el mismo impulso. Después del acontecimiento inédito de la reelección, vamos a una nueva etapa», señaló.

Luego de su victoria electoral, el mandatario recalcó que quienes votaron por él lo hicieron respaldando el proyecto del socialismo del siglo XXI que promovió durante toda la campaña proselitista.

Además, señaló que el resultado del 3 de diciembre «no es un punto de llegada sino un punto de partida para la nueva ofensiva».

Chávez sostiene que el socialismo es el único camino para salvar al mundo y a Venezuela de la destrucción capitalista y que es posible aplicarlo porque ya el país dejó ser una colonia de Estados Unidos.

El socialismo llega en un momento de crecimiento económico sostenido y un hábito consumista exacerbado por los fuertes ingresos petroleros, que quedó reflejado en la demanda de autos, equipos domésticos y viviendas al cierre de 2006 y que rompió todas las marcas históricas.

Las empresas proveedoras de autos hicieron el negocio del siglo, vendiendo más de 300.000 unidades en el año, lo que además dejó una demanda insatisfecha. Aunque los venezolanos parecen identificarse con el discurso del socialismo de Chávez, pocos tienen claro de qué se trata y hasta qué punto afectará sus vidas.

 

 

NESTOR ROJAS

DPA


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