VERANO 2007: Kitesurf pura adrenalina en el mar

Un deporte de riesgo que ya se practica en la villa. Se puede alcanzar una velocidad de 60 km/h.

LAS GRUTAS (ASA).- Cabalgar sobre las olas a un ritmo vertiginoso. Elevarse más de un metro y volver a deslizarse por el mar con osadía. El reto es posible ahora en Las Grutas, cuando la brisa del mar sopla fuerte y permite que la vela se infle e impulse al valiente deportista.

El kitesurf, una actividad que tiene ya algunos años en las playas del mundo, arribó a esta villa de la mano de Arnoldo Borques, un aventurero que corre detrás del viento para planear juntos las vacaciones. «Con mi familia todo el año seguimos al viento. A ellos no les gusta verme porque es un poco riesgoso, pero respetan mi hobby», dice entusiasmado el iniciador de esta disciplina en este golfo. El hombre es oriundo de Caleta Olivia y allí la practica el resto del año. Llegó antes de Navidad y quedó sorprendido por las buenas condiciones que ofrece el lugar. En estas semanas conoció los distintos puntos de la costa y elige las mejores playas según la intensidad y la dirección del viento. «Se necesitan entre 15 y 25 nudos para poder navegar con el kitesurf», cuenta, mientras se recupera de una extenuante actividad que le demandó toda la mañana de ayer, en Las Coloradas.

El kitesurf es una vela sujeta por hilos a una barra principal y a un arnés que sirven para comandarla y una tabla que se desliza sobre el agua. El enorme «barrilete» caza el viento y utilizando esa energía más el deslizamiento de la tabla se pueden alcanzar velocidades cercanas a los 60 kilómetros por hora.

Ayer, durante toda la mañana, Arnoldo llamó la atención de los turistas que eligieron ese lugar para iniciar el día, la mayoría de los cuales permanecía fuera del agua, ya que la brisa del sur hacía que la jornada estuviera fresca. Sin embargo él con su neoprene y toda la adrenalina disfrutaba del mar hasta el agotamiento. En

transectas de más de cien metros recorría a impactante velocidad la pequeña bahía que se forma al este de las rocas y regresaba un poco más lento tras una maniobra para virar el rumbo. Cada tanto se impulsaba y parecía colgarse del cielo para dar saltos sobre las olas. «Las Grutas me sorprendió, no sabía que era apto para el kitesurf y me gustó muchísimo. Las playas tienen poca profundidad y el oleaje es bajo, perfecto para poder deslizarse con la tabla».

Es una actividad de riesgo y quien se descuida puede sufrir lesiones serias. «Pero no hay que tenerle miedo. Si se usa correctamente provoca hermosas sensaciones para el que le gusta la navegación», admite. En un mes en el que al menos se espera la primera quincena con algo de viento cambiando de direcciones pero siempre presente, las actividades que lo aprovechen serán ideales. El kitesurf es una de ellas, que llegó a Las Grutas para quedarse.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios