“Verdades a medias”
No sé si lo que voy a contar me beneficia o me perjudica, pero de una cosa sí estoy segura: lo hago para que a nadie más le ocurra lo que a mí me pasó, que ya es mucho. Me anoté en un plan Chevrolet con la certeza de que en la cuota Nº 12 me entregarían el auto. Comencé pagando $ 300 aproximadamente. El vendedor, de nombre Diego, me explicó que lo máximo que llegaría a pagar la cuota sería unos $ 500, pero sin estar en la cuota pico ya estoy pagando $ 681,66. Muy al pasar mencionó que las cuotas debían ser pagadas en término. Antes de viajar a Buenos Aires, donde debía permanecer durante tres meses, pasé por la Chevrolet y una empleada de nombre Laura me dijo que no me preocupara, que me iban a mandar la boleta a mi correo electrónico. Pese a llamar reclamando, nunca me mandaron la boleta y, pese a reclamar en Viedma porque las cuotas llegaban a mi domicilio después de la fecha de vencimiento, lo único que me dijeron es que cada vez tenía que pasar a buscarlas para poder pagar en fecha, que no quedaba otra. Entonces no entendí y ahora comprendo que la demora es a fin de poder argumentar, después, que por lo menos una vez la cuota no fue pagada en término y por lo tanto no te entregan el auto en la cuota Nº 12. Pagada la cuota Nº 11 voy a ver qué tenía que llevar para que en la Nº 12 me entregaran el auto y el empleado me dice: “Tiene que abonar el 30% del valor del auto”. “Pero eso a mí Diego no me lo dijo. Es decir: no mienten pero omiten. Entonces la promoción que largaron ahora de la entrega del auto en la cuota Nº 10 es trucha como la mía”, le digo. “Aquí no hay nada trucho”, continúa el empleado. “En esa promoción dice entrega programada, lo que quiere decir que, si en la cuota Nº 10 quiere llevarse el auto, tiene que pagar el 30% del valor del mismo”. Y ni se le ocurra pagar una cuota un día después, mejor que le aclaren bien cuándo vence la cuota y si no le llega dos días antes tiene que ir a buscarla, que se la impriman, porque la original anda viajando. El empleado insistió mucho en que primero con el 30% que tenía que pagar licitara y, si no salía en la licitación, después pagara ese 30% para poder retirar el auto. Pagada la cuota Nº 12 voy a solicitar la entrega del auto, pero me dijeron que no porque en un lapso de tres meses no pagué en término, pese a que después pagué las tres cuotas juntas, no reconociendo lo actuado por la empleada Laura porque la habían despedido, entonces toda la responsabilidad era mía. Diego quiso solucionar el problema de la falta de entrega del auto proponiéndome que licitara. Cómo no quise licitar, ni mencionó lo del 30% dado que nunca lo había hecho y no tenía necesidad pues tenía la excusa perfecta de las tres cuotas pagadas juntas fuera de fecha. Hace un año que me anoté y tengo las 12 cuotas pagas. Dos promociones de la Chevrolet con verdades a medias. Y no toco de oído. Es una promoción exclusiva stand Changomas… ¿$ 480 por mes?… Lo compré en Líder Automotores. Lo del monto, eso también es una verdad a medias… aumenta rápidamente. Eso sí, supuestamente, todo está escrito, dicen, en esa letra que no se lee ni con lentes, por lo tanto es legal pero no ético. Entonces al final, cuando tienen que entregar el auto, dicen todo lo que antes no dijeron y que uno estúpidamente no leyó. Además se dan el lujo de no recibir tarjetas de débito, sea el monto que fuere, a ello no les importa que uno sea una anciana que vive sola, que es traumático ir al banco a retirar ciertos montos, que en este país machista deba apelar a la amabilidad o misericordia de algún caballero a fin de evitar males mayores, retirar el dinero que requieren y llevarlo en efectivo. El vendedor hizo un análisis que me llamó la atención: sacó la cuenta de qué valor del auto había yo pagado con 12 cuotas, que era muy poco respecto al valor total del auto… Entonces comprendí que nunca habían pensado en entregarlo en la cuota 12, mucho menos en la diez. Por si todo esto fuera poco, les recuerdo que tenemos a quién recurrir: una defensora del Pueblo con una polenta de aquellas, la doctora Ana Piccinini, una Defensoría de Consumidores y, para algo particular como lo mío, tengo la suerte de contar con un abogado honesto, transparente y con un gran sentido de la ética, el doctor Oscar Fernández, que puede que me diga: “Aunque no te lo parezca, son legales “. María Cristina Abbondi DNI 5.763.623 Viedma
María Cristina Abbondi, DNI 5.763.623 Viedma
No sé si lo que voy a contar me beneficia o me perjudica, pero de una cosa sí estoy segura: lo hago para que a nadie más le ocurra lo que a mí me pasó, que ya es mucho. Me anoté en un plan Chevrolet con la certeza de que en la cuota Nº 12 me entregarían el auto. Comencé pagando $ 300 aproximadamente. El vendedor, de nombre Diego, me explicó que lo máximo que llegaría a pagar la cuota sería unos $ 500, pero sin estar en la cuota pico ya estoy pagando $ 681,66. Muy al pasar mencionó que las cuotas debían ser pagadas en término. Antes de viajar a Buenos Aires, donde debía permanecer durante tres meses, pasé por la Chevrolet y una empleada de nombre Laura me dijo que no me preocupara, que me iban a mandar la boleta a mi correo electrónico. Pese a llamar reclamando, nunca me mandaron la boleta y, pese a reclamar en Viedma porque las cuotas llegaban a mi domicilio después de la fecha de vencimiento, lo único que me dijeron es que cada vez tenía que pasar a buscarlas para poder pagar en fecha, que no quedaba otra. Entonces no entendí y ahora comprendo que la demora es a fin de poder argumentar, después, que por lo menos una vez la cuota no fue pagada en término y por lo tanto no te entregan el auto en la cuota Nº 12. Pagada la cuota Nº 11 voy a ver qué tenía que llevar para que en la Nº 12 me entregaran el auto y el empleado me dice: “Tiene que abonar el 30% del valor del auto”. “Pero eso a mí Diego no me lo dijo. Es decir: no mienten pero omiten. Entonces la promoción que largaron ahora de la entrega del auto en la cuota Nº 10 es trucha como la mía”, le digo. “Aquí no hay nada trucho”, continúa el empleado. “En esa promoción dice entrega programada, lo que quiere decir que, si en la cuota Nº 10 quiere llevarse el auto, tiene que pagar el 30% del valor del mismo”. Y ni se le ocurra pagar una cuota un día después, mejor que le aclaren bien cuándo vence la cuota y si no le llega dos días antes tiene que ir a buscarla, que se la impriman, porque la original anda viajando. El empleado insistió mucho en que primero con el 30% que tenía que pagar licitara y, si no salía en la licitación, después pagara ese 30% para poder retirar el auto. Pagada la cuota Nº 12 voy a solicitar la entrega del auto, pero me dijeron que no porque en un lapso de tres meses no pagué en término, pese a que después pagué las tres cuotas juntas, no reconociendo lo actuado por la empleada Laura porque la habían despedido, entonces toda la responsabilidad era mía. Diego quiso solucionar el problema de la falta de entrega del auto proponiéndome que licitara. Cómo no quise licitar, ni mencionó lo del 30% dado que nunca lo había hecho y no tenía necesidad pues tenía la excusa perfecta de las tres cuotas pagadas juntas fuera de fecha. Hace un año que me anoté y tengo las 12 cuotas pagas. Dos promociones de la Chevrolet con verdades a medias. Y no toco de oído. Es una promoción exclusiva stand Changomas… ¿$ 480 por mes?… Lo compré en Líder Automotores. Lo del monto, eso también es una verdad a medias... aumenta rápidamente. Eso sí, supuestamente, todo está escrito, dicen, en esa letra que no se lee ni con lentes, por lo tanto es legal pero no ético. Entonces al final, cuando tienen que entregar el auto, dicen todo lo que antes no dijeron y que uno estúpidamente no leyó. Además se dan el lujo de no recibir tarjetas de débito, sea el monto que fuere, a ello no les importa que uno sea una anciana que vive sola, que es traumático ir al banco a retirar ciertos montos, que en este país machista deba apelar a la amabilidad o misericordia de algún caballero a fin de evitar males mayores, retirar el dinero que requieren y llevarlo en efectivo. El vendedor hizo un análisis que me llamó la atención: sacó la cuenta de qué valor del auto había yo pagado con 12 cuotas, que era muy poco respecto al valor total del auto… Entonces comprendí que nunca habían pensado en entregarlo en la cuota 12, mucho menos en la diez. Por si todo esto fuera poco, les recuerdo que tenemos a quién recurrir: una defensora del Pueblo con una polenta de aquellas, la doctora Ana Piccinini, una Defensoría de Consumidores y, para algo particular como lo mío, tengo la suerte de contar con un abogado honesto, transparente y con un gran sentido de la ética, el doctor Oscar Fernández, que puede que me diga: “Aunque no te lo parezca, son legales “. María Cristina Abbondi DNI 5.763.623 Viedma
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