Viaje al mundo sensual de las Drag Queens 26-4-03
«Los impronunciables nombres del deseo»
» Arroba» Barbetteson
Barcelona, España. Lo bautizaron y lo nombraron Pere (nombre en catalán, del castellano Pedro). No se considera un «maricón pintado», sino una «Drag Queen» llamada Ketty Pazo, a la que «más conocen por su cuerpazo», pero también por su «ambigüedad» y la provocación que lleva a cabo en las discos, en los bares y en las calles más concurridas de Sitges y Barcelona. Tiene 32 años y es «Drag» desde la adolescencia. En 1999 fue elegida Miss Drag España, en un concurso que se llevó a cabo por todo el país y que tuvo su final en Barcelona. En inglés, «drag», significa «hombre vestido de mujer». El término «Drag queen», sería algo así como un hombre vestido de reina. Pere se maquilla delante del espejo en un cuarto paupérrimo del bar donde actúa cada noche. Sube a un pequeño tablado y su cabeza roza con el techo. ¿Tan alto puede ser este hombre? ¿Cómo puede caminar sobre plataformones de 40 cm? Una luz le da directo a la cara y comienza su play-back de Mónica Naranjo. Es tan perfecta la ilusión, que la gente aplaude llorando mientras la supuesta Naranjo cae abatida, sin consuelo. La gente sufre con Ketty. Pere, luego ríe a carcajadas en el camarín. Consiguió lo que quería: mentir muy bien… Ketty sale entre el público a saludar con su cachiporra en la mano, y todos la besan. Algunos le acarician el trasero y ella, como si nada. Pasa al lado de una chica a la que le toca un seno, y le dice: «Deberías operarte bonita; tan mona y sin tetas!» En la noche, Ketty, con gorra y chaqueta de policía, y con media humanidad al desnudo, es la reina que captura en su tela de araña a cada uno de los presentes. «Es que es divina», dice una señora, mientras la mira hacia arriba, como quien observa el cielo.
«Los impronunciables nombres del deseo»
» Arroba» Barbetteson
"Los impronunciables nombres del deseo"
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