Viedma festeja con muestras y música

VIEDMA (AV)- Octubre mes de la capitalidad histórica de Viedma. En el marco de esta celebración se han organizado diversas manifestaciones culturales desde muestras fotográficas hasta exposiciones de artistas locales.

Entre esas actividades mañana a las 20.30 en el Centro Municipal de Cultura de Viedma será inaugurada «Hallazgos», una muestra plástica retrospectiva del artista sanjuanino de origen y viedmense por adopción Marcelo Ferreyra y de Pelusa Rupayán, quien también cumple 20 años con el canto. Plástica y música intentarán pintar parte de un enriquecedor recorrido cultural en la capital rionegrina de la mano de estos dos artistas.

El gesto reivindicativo de la capitalidad de Viedma tiene su antecedente más próximo en la Ley provincial Nº 3.403 que promovió la fiesta «Viedma, Capital Histórica de la Patagonia» con el objeto conmemorar los hechos que consolidaron a la ciudad como la capital más antigua y permanente de la Patagonia. El primero de ellos fue la fundación del primer asentamiento -bajo el nombre de Mercedes de Patagones- a cargo del capitán Francisco de Viedma y Narváez, en este lugar que tuvo la relevancia y la jerarquía que su aventajada situación geográfica le brindaban. Por este punto geográfico pasó toda la historia de la Patagonia, convirtiéndola en el portal a ese territorio desconocido. Por tierra, río o mar esta ciudad se hallaba en contacto con el resto del país. El nombre «Viedma» le fue impuesto por el coronel Alvaro Barros en julio de 1879, en honor a su fundador. Hasta fines el siglo XIX fue la única población de importancia en todo el vasto territorio patagónico.

Luego de la provincialización de Río Negro -Ley Nº 14.408 promulgada el 1 de julio de 1955- Viedma pasó a ocupar el lugar destinado para el asiento de las autoridades. Pero recién en octubre de 1973 el parlamento rionegrino la constituyó definitivamente como la capital de la provincia.

Protagonista y testigo

Como ciudad pionera, Viedma ha sido testigo de las más insólitas empresas de colonizadores, viajeros e invasores que en su afán por llevar a cabo sus proyectos, hicieron escala aquí para seguir luego su camino.

En las costas y cerros colindantes a la ciudad, criollos maragatos y viedmenses resistieron la invasión portuguesa el 7 de marzo de 1827. De esta acción aún quedan una gran fiesta que conmemora cada año aquella hazaña, y dos banderas portuguesas sustraídas como botín de guerra que son exhibidas en la catedral de Patagones.