Viedma: lluvias obligaron a evacuar a dos familias

En 48 horas se registraron 51 milímetros de agua caída.

VIEDMA (AV) – La inusual precipitación de las últimas horas mostró dos realidades distintas. En la ciudad, fueron evacuadas dos familias y asistidas otras ocho; mientras que los representantes del campo expresaron cierto optimismo en procura de recuperar los pastos naturales perdidos debido a la persistente sequía. Los mecanismos de resguardo se activaron ayer en el ámbito urbano cuando la Dirección de Defensa Civil de la comuna capitalina notificó de una alerta meteorológica. En las últimas 48 horas, el registro pluviométrico trepó a 51 milímetros. Cuadrillas de operarios municipales limpiaron las bocas de tormenta que tradicionalmente presentan más dificultades. Desde la comuna solicitaron a los vecinos un máximo cuidado con depositar basura en la vía pública que puede tapar sumideros. El titular de Defensa Civil, Hugo Zanotti, indicó que el principal inconveniente se detectó en el loteo social denominado “30 de Marzo”. La totalidad de las viviendas presentan una construcción con madera “cantonera” y techos muy precarios. Varias sufrieron filtraciones y anegamientos, pues existe el mismo nivel entre los pisos de tierra y las calles, sin el suficiente escurrimiento. El funcionario precisó que se distribuyeron sábanas de nylon entre los pobladores más afectados a fin de poder recubrir las paredes de madera. También recibieron alimentos no perecederos y ropa. Asimismo, se dispuso que todas las áreas municipales relacionadas con el apoyo social, obras públicas y Tránsito estén disponibles para brindar respuestas a eventuales inconvenientes. En las últimas horas se acondicionan sectores para eventuales nuevas evacuaciones. Para ello, hay en disponibilidad los edificios de las Juntas Vecinales -del barrio Mi Bandera donde permanecieron las dos familias- y de los barrios Sargento Cabral y Fátima. Otras cuadrillas fueron afectadas por Obras Públicas para constatar el estado de las bombas de succión y la canalización de agua hacia los tres principales vertederos con que cuenta la ciudad en dirección al río Negro. La incertidumbre se verificó sobre todo en las calles con abundante acumulación en la que están instaladas las bocas de tormenta. En los sectores rurales, la copiosa lluvia caída afectó principalmente la ruta provincial 51, un camino vecinal con poco mantenimiento donde una porción quedó inundada. Se trata del sector en que divide campos de los balnearios de La Lobería con Bahía Creek, donde se habría acumulado agua como producto de 150 milímetros precipitados. Allí, algunos propietarios de establecimientos ganaderos quedaron varados y sólo pudieron trasponer el pelo de agua aquellos vehículos que cuentan con sistema de tracción en las cuatro ruedas. En distintas mediciones realizadas, se corroboraron niveles disímiles de agua caída en virtud de que en varios puntos de la costa Atlántica viedmense los promedios se ubicaron entre los 30 y 50 milímetros. El dirigente ruralista, Luis Sacco, indicó que “siempre es bueno comenzar así el año como para aplacar la tierra, incrementar la cota de las aguadas, y acumular en forma importante agua para ayudar al pastizal” como alimento natural para el ganado vacuno. Consideró que aún se necesitan más lluvias para asegurar un mayor “verdeo” de los campos de secano. Estos lugares fueron afectados por lo menos en los últimos dos años con una brutal sequía que provocó mortandad entre la hacienda y obligó a quienes viven de esta actividad, a liquidar el stock ganadero con una nula rentabilidad en las ventas.

El barrio 30 de Marzo, donde predominan construcciones de cantonera y techos precarios, fue el más afectado en la capital rionegrina.

Marcelo Ochoa


VIEDMA (AV) - La inusual precipitación de las últimas horas mostró dos realidades distintas. En la ciudad, fueron evacuadas dos familias y asistidas otras ocho; mientras que los representantes del campo expresaron cierto optimismo en procura de recuperar los pastos naturales perdidos debido a la persistente sequía. Los mecanismos de resguardo se activaron ayer en el ámbito urbano cuando la Dirección de Defensa Civil de la comuna capitalina notificó de una alerta meteorológica. En las últimas 48 horas, el registro pluviométrico trepó a 51 milímetros. Cuadrillas de operarios municipales limpiaron las bocas de tormenta que tradicionalmente presentan más dificultades. Desde la comuna solicitaron a los vecinos un máximo cuidado con depositar basura en la vía pública que puede tapar sumideros. El titular de Defensa Civil, Hugo Zanotti, indicó que el principal inconveniente se detectó en el loteo social denominado “30 de Marzo”. La totalidad de las viviendas presentan una construcción con madera “cantonera” y techos muy precarios. Varias sufrieron filtraciones y anegamientos, pues existe el mismo nivel entre los pisos de tierra y las calles, sin el suficiente escurrimiento. El funcionario precisó que se distribuyeron sábanas de nylon entre los pobladores más afectados a fin de poder recubrir las paredes de madera. También recibieron alimentos no perecederos y ropa. Asimismo, se dispuso que todas las áreas municipales relacionadas con el apoyo social, obras públicas y Tránsito estén disponibles para brindar respuestas a eventuales inconvenientes. En las últimas horas se acondicionan sectores para eventuales nuevas evacuaciones. Para ello, hay en disponibilidad los edificios de las Juntas Vecinales -del barrio Mi Bandera donde permanecieron las dos familias- y de los barrios Sargento Cabral y Fátima. Otras cuadrillas fueron afectadas por Obras Públicas para constatar el estado de las bombas de succión y la canalización de agua hacia los tres principales vertederos con que cuenta la ciudad en dirección al río Negro. La incertidumbre se verificó sobre todo en las calles con abundante acumulación en la que están instaladas las bocas de tormenta. En los sectores rurales, la copiosa lluvia caída afectó principalmente la ruta provincial 51, un camino vecinal con poco mantenimiento donde una porción quedó inundada. Se trata del sector en que divide campos de los balnearios de La Lobería con Bahía Creek, donde se habría acumulado agua como producto de 150 milímetros precipitados. Allí, algunos propietarios de establecimientos ganaderos quedaron varados y sólo pudieron trasponer el pelo de agua aquellos vehículos que cuentan con sistema de tracción en las cuatro ruedas. En distintas mediciones realizadas, se corroboraron niveles disímiles de agua caída en virtud de que en varios puntos de la costa Atlántica viedmense los promedios se ubicaron entre los 30 y 50 milímetros. El dirigente ruralista, Luis Sacco, indicó que “siempre es bueno comenzar así el año como para aplacar la tierra, incrementar la cota de las aguadas, y acumular en forma importante agua para ayudar al pastizal” como alimento natural para el ganado vacuno. Consideró que aún se necesitan más lluvias para asegurar un mayor “verdeo” de los campos de secano. Estos lugares fueron afectados por lo menos en los últimos dos años con una brutal sequía que provocó mortandad entre la hacienda y obligó a quienes viven de esta actividad, a liquidar el stock ganadero con una nula rentabilidad en las ventas.

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