Viedma: «Nos vamos a centrar específicamente en la atención del niño» 

VIEDMA (AV)- «Nos vamos a centrar específicamente en la atención del niño desde lo psicológico y pedagógico». Así definió la actitud del ministerio de Educación de Río Negro la directora de Asistencia Técnica, Clelia Rodríguez Taylor, en relación a la situación planteada en la primaria Nº 176 de Viedma en la que un portero del establecimiento le habría comprado un arma de fuego a un alumno de séptimo. En referencia al adulto, la funcionaria señaló que «irá por los canales legales que corresponda» al aclarar que no es personal de Educación sino de la empresa Saersa a la que se le trasmitió lo sucedido apenas se iniciaron los comentarios en setiembre pasado. No obstante admitió que el portero estaría de licencia.

En base al pedido de los padres en la asamblea del martes desde mañana el colegio tendrá presencia policial en los horarios de ingreso y egreso de los alumnos.

Rodríguez Taylor consideró que «detrás de un niño que manipula un arma hay adultos que tienen cierta responsabilidad en el tema» y puntualizó que el alumno «en ningún momento tuvo conductas violentas ni manipuló el arma delante de sus compañeros». También confirmó que el chico y sus padres se encuentran bajo tratamiento psicológico y con entrevistas permanentes tanto con la escuela, como a nivel de supervisión y el Etap.

En relación a los planteos de los padres en la asamblea de anteayer recordó que manifestaron intranquilidad, miedo e inseguridad ante este tipo de situaciones, teniendo muy presente situaciones recientes y dolorosas que se vivieron en ese barrio. Cabe recordar que esta barriada que se levanta junto al Lavalle ha sido escenario de enfrentamientos entre vecinos con uso de armas y que le costó la vida a un adolescente. Para la directora de Asistencia Técnica «existe un miedo social que ante la menor alarma se reaviva el terror por situaciones pasadas».

Admitió que el chico fue ubicado como el eje central de la situación sobre quien pesaron todos los cargos. Algunos padres reclamaron hasta la expulsión del alumno.

Según se supo no habría sucedido lo mismo con el portero que como padre asistió junto a su esposa de la asamblea en la que nadie lo habría señalado como el presunto comprador del arma de fuego.