Lo que dejó el temporal de lluvia y viento en Viedma

La intensa tormenta de la semana pasada, que superó los 60 milímetros, dejó serios problemas a los vecinos de barrios periféricos de la capital.

Marcelo Ochoa

La intensa tormenta de los últimos días, con una precipitación que superó los 60 milímetros, provocó dificultades a los vecinos de barrios periféricos y dejó su huella en las calles, principalmente de los barrios 30 de Marzo, 22 de abril, Álvarez Guerrero y del sector Nehuen en el Lavalle.

La calle 25, una de las principales vías que divide al barrio Mi Bandera y Lavalle, del 30 de Marzo y 22 de abril; se presenta como imprescindible para el tránsito vehícular en virtud de que pese a ser lo suficiente ancha; los últimos trabajos viales dejaron la calzada lisa sin la suficiente concavidad, y el agua quedó en el medio hundiendo el piso de tierra.

Esto lo convirtió en un verdadero lodazal, y los vecinos expusieron sus cuestionamientos. Guillermo Mora dijo a DeViedma que el sector Nehuen se encuentran intransitable, sobre la intersección de 23 y 2, tengo que ingresar por la vereda con la moto porque la calle está inundada.

Oscar Ramírez del 22 de Abril, explicó que “el agua estuvo hasta el cordón, los días pasados, fue una porquería, no se podía salir”, y unos metros más adelante y en la misma sintonía -mientras esperaba el colectivo sobre la calle- Romina Colil, sostuvo que “tiraron macadam en 25 y 20 pero un desastre, no arreglan nada”.

“Pongan en el diario que las máquinas repasaron algunas calles pero los choferes se olvidaron de las que integran el circuito por donde pasa el colectivo”, se quejó el conductor de una línea de las líneas de autotransporte de pasajeros que circulan por ese sector.

Durante el fin de semana, sobre 25 y 16, el chofer vivió un momento de zozobra cuando estuvo a punto de quedarse encajado ante el anegamiento.

Una despensa ubicada en inmediaciones del sector público del 30 de Marzo directamente decidió no abrir porque la arteria donde funciona es un verdadero fangal, que ni siquiera los proveedores pueden acercarse.

La última calle que bordea los barrios 30 de Marzo y 22 de abril se encuentra intransitable, y sólo los vecinos pueden ingresar de a pie a sus vecinos con el riesgo de que los vehículos puedan quedar encajados.


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