Viedma: autos abandonados se multiplican en las calles

Los autos abandonados en la vía pública, que con el paso del tiempo sólo conservan parte de la carrocería, generan preocupación entre los vecinos de la capital rionegrina. En muchos de los casos el abandono los trasformó en canteros de yuyos, contenedor de bolsas de residuos, refugio de ratas y un importante foco de contaminación e inseguridad.

Ocupan parte del espacio público hasta oxidarse y pasar a ser la imagen de la realidad en algunos sectores.

En el municipio de Viedma está vigente una ordenanza que prohibe y sanciona con una multa que varía entre 1.100 y 1.600 pesos al propietario del vehículo que quede abandonado en la vía pública por más de cinco días. No obstante, parece ser que el inconveniente es identificar debidamente al dueño porque los vehículos siguen en el mismo lugar transformándose lentamente en una montaña de chapas oxidadas con parabrisas sin más espacios para piedrazos. Son un tropiezo y una mancha más para una ciudad que, lamentablemente, no se distingue por la limpieza de sus calles.

Un recorrido tanto por el radio céntrico como por los barrios viedmenses permite verificar esta situación. Autos que sufrieron los embates del fuego, la antigüedad, impactos que arreglarlos salía más caro que el vehículo mismo dejan como seña chasis prácticamente inexistentes pero que siguen ocupando espacios.

En algunos sectores hasta más de un auto en esas condiciones dan la triste impresión de una incipiente venta de chatarras.

En la reciente apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante el intendente de Viedma, José Luis Foulkes, anunció la firma de un convenio con el Ministerio del Interior de la Nación en el marco del Programa Nacional de Compactación para trasformar en chatarra 600 motos y alrededor de 100 autos que serán retirados de los galpones donde se encuentran tras ser secuestrados y donde ya no hay espacio para uno más.

Consultado sobre esa firma el secretario de Gobierno del municipio, Pedro Sánchez, detalló que en este momento se realiza un relevamiento de los vehículos secuestrados para luego publicar los respectivos edictos, un paso previo a la contratación de la empresa que se hará cargo de la compactación y que puede o no comprar la chatarra que se produzca. Agregó que esta firma se enmarca en lo dispuesto por una ordenanza que autoriza esa medida en un marco de descontaminación para no afectar el medio ambiente, teniendo en cuenta que los vehículos contienen aceites y hasta restos de combustibles.

Consideró que la compactación es una necesidad para el municipio de Viedma por la acumulación de vehículos y el riesgo que esto significa. Agregó que es muy complejo el remate de las motos, por ejemplo, por una cuestión legal y de costos administrativos para dar bajas y altas.

Neuquén y Roca optaron por compactar

El debate es interminable sobre qué hacer con los vehículos siniestrados, los abandonados en la vía pública y los secuestrados por otras razones. Sin embargo, nunca se resolvió si con un trámite simple pueden ser cedidos a instituciones públicas. En los casos de Neuquén y Roca, optaron por, una vez agotada la vía de la intimación, compactar.