Vigilador internado tras enfrentarse con ladrones

El vigilador de una universidad privada neuquina recibió una paliza. Le fracturaron una mano e hirieron. Habría baleado a uno de sus agresores. Sugestivo silencio en torno al hecho.

NEUQUEN (AN).- El vigilador de una universidad privada que funciona a la vera de la ruta 22 en cercanías del aeropuerto, se enfrentó a tiros con un grupo de delincuentes y frustró un presunto robo, pero no pudo evitar que lo sometieran a una feroz golpiza, de la que resultó con una mano fracturada, un corte en el cuero cabelludo y golpes en el cuerpo. Debió ser internado en una clínica, pero durante el día fue dado de alta. Uno de los desconocidos habría recibido un disparo.

El hecho ocurrió alrededor de las cero de ayer y está rodeado de interrogantes, que se profundizaron aún más por el sugestivo silencio de los directivos de la casa de estudios, la empresa de vigilancia Seguridad Integral SA (SEI) en la que trabaja el custodio y la Policía que investiga lo sucedido. Hasta anoche no se informó sobre detenciones.

La Policía se limitó a informar el hecho a través de la oficina de prensa, pero en la comisaría 44 del barrio Valentina Sur, que investiga el hecho, se abstuvieron de brindar información.

El parte oficial indica que cuatro fueron las personas que ingresaron a los fondos del predio del Instituto de Formación y Educación Superior (IFES), donde funciona la Universidad Católica de Salta, pero fuentes extraoficiales cercanas a la universidad y la empresa de vigilancia dijeron que pudieron ser más.

El enfrentamiento del vigilador y los desconocidos tuvo –siempre según fuentes oficiosas–, dos capítulos. El primero fue cuando el vigilador, al hacer una ronda de control por el fondo del predio, en el sector del estacionamiento detectó la presencia de los desconocidos.

Allí se produjo el intercambio de disparos y, según la versión oficial de la Policía, el custodio habría herido a uno de los desconocidos.

«Pero el vigilador vació el cargador –estaba provisto de una pistola calibre 32, de acuerdo al parte policial– y se quedó sin municiones e indefenso», dijo una fuente.

El segundo capítulo fue cuando los delincuentes se percataron de que había agotado las balas y se abalanzaron sobre el vigilador, a quien merced a la superioridad numérica, le dieron una durísima golpiza.

Según se informó, resultó con una mano fracturada y un profundo corte en el cuero cabelludo, por el que tuvieron que darle cinco puntos de sutura. Otra fuente dijo que además también sufrió fractura de dedos d una mano. Una vez que lo redujeron y golpearon, le sustrajeron el arma y huyeron.

En la recepción de la universidad se negaron sistemáticamente a brindar información y procuraron minimizar lo ocurrido. Admitieron no obstante que se trató de «un intento de robo».

Cuando se solicitó hablar con algún directivo dijeron que el rector de la universidad, Carlos Liria, se encontraba en Jujuy. En las oficinas céntricas de IFES, en Santa Fe 355, tampoco dieron información.

Trascendió que los delincuentes ingresaron a través de un agujero que hicieron en la alambrada perimetral, en los fondos del predio parquizado de Lastra al 5.600. En ese momento no había actividad académica y sólo estaba el vigilante.

Las fuentes indicaron que en el lugar no habría elementos de gran valor ni caja de seguridad, ya que los alumnos abonan sus cuotas a través de bancos.


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