Vinos orgánicos, filosofía

Sin químicos, aditivos ni fertilizantes. Estos caldos son cada vez más en nuestro país. A continuación su significado y algunos recomendados, por Nico Visne

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Los vinos orgánicos son productos hechos de una forma bastante natural. Sin agroquímicos sobre las plantas, sin fertilizantes y alejados de cualquier aditivo sintético. Están dentro de la familia de vinos biodinámicos, que son un poco más complejos y que abarcan conceptos relacionados al ciclo lunar, los signos del zodíaco y una relación astral terrestre que desvela a más de uno. Bodegas biodinámicas en Argentina hay un puñado, pero en otra columna hablaremos de ellos. Hoy describiremos un poco más la esencia de los orgánicos y recomendaremos algunas etiquetas. Recordemos que este nicho, tiene una proyección de consumo interesante, por donde uno de los tantos ojos de la industria observa sin pausa el asunto. Muchos viñedos del viejo mundo y Norteamérica, como Mondavi, han certificado varios de sus terrenos bajo el rotulo de orgánicos. Mientras el mercado mande, se accionan miles de mecanismos para asegurar ese poder. Muchas veces los vinos orgánicos son concebidos más por el dinero que mueven, que por lo que naturalmente aportan, muchas veces lo contrario. Microorganismos, nutrientes, transferencia del suelo sin alterar la biología. Ausencia absoluta de pesticidas, fertilizantes, herbicidas, antibióticos y cualquier injerencia sintética o química. Se fomenta y aplica el uso de técnicas manuales por fuera de máquinas rurales y el compost, es el proceso elegido para fertilizar la tierra. La uva dañada no se utiliza, los prensados deben ser sutiles, y la certificación se logra siguiendo otras cuestiones más puntillosas que tienen que ver con la clarificación, los corchos, el azúcar, etc. Más de 60 bodegas en Argentina producen orgánicos. Sensorialmente es muy difícil detectar diferencias, el consumidor medio no logra comprender las señales desiguales a las que habitualmente conoce consumiendo vino y muchas veces bebe orgánicos sin saber que lo está haciendo. Cuidar el medio ambiente, dejar que el proceso de la tierra llegue sin alteraciones a la uva y permitir que esta filosofía se mantenga sin alteraciones son algunos estandartes de los vinos orgánicos. Como para ir probando. Santa Julia Orgánica / Malbec. No es un vino mágico ni tampoco logrará atravesar la historia de los clásicos, pero si es uno de los pioneros de esta filosofía. Con una gran acidez, de cuerpo liviano y una nariz sin demasiadas sofisticaciones este vino es uno de los ejemplares no tan caros dentro de este nicho. Va muy bien con algún queso picante o un paté de hígado, donde los taninos pueden barrer con todo en el paladar. Animal de Ernesto Catena – Malbec .Un vino interesante desde donde se lo mire. Buena nariz que remite a fruta madura, algo carnico. Absolutamente bebible. Proveniente de viñedos certificados orgánicos, cosechado manualmente, no filtrado ni clarificado. 10 meses en barricas francesas y americanas. Es un vino para volverse absolutamente fan. Chacra 32, Pinot Noir. Pocas botellas de producción. Limitadas. La mayoría se exporta. Provienen de viñedos orgánicos como todo lo que produce la bodega rionegrina Chacra. Frío de noche y días calurosos van formando una fruta casi única. Caros, pero muy interesantes. Hasta la próxima. NicoVisne + Info: Vinoteca El Lagar / Edelman 35 / Neuquén / (299) 447-1239


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