Violencia en la Liga Confluencia de fútbol: paremos la pelota

Una vez más, el fútbol zonal volvió a quedar a la sombra de diferentes hechos de violencia en los campos de juego de la región que dejan heridas profundas para las ligas locales.

Cuatro casos de diversas magnitudes oscurecieron una jornada que, desde lo futbolístico, había entregado emociones y sorpresas al por mayor.

Lamentablemente, todo lo bueno que clubes, dirigentes, jugadores y técnicos han forjado en los últimos años para que el nivel dentro de las canchas crezca se vio empañado por la intolerancia, el destrato y un nivel increíble de violencia que nos obliga a correr el foco del fútbol.

Una terna arbitral hospitalizada y con lesiones graves, denuncias penales, una jueza de línea que debió cambiar de banda para no recibir más insultos, amenazas hacia un árbitro y un partido que debió ser suspendido por incidentes fue el saldo que dejaron el pasado fin de semana las fechas de la Confluencia y de Lifune.

La situación es insostenible. En los últimos años, y por lo menos una vez por torneo, se han reiterado estos hechos de graves implicancias, que solo manchan al fútbol.

Mientras algunos piden sanciones ejemplificadoras, que son necesarias, hasta ahora no surgieron ideas superadoras para cuidar y proteger a todos los que forman parte del fútbol zonal.

Lo único cierto es que los árbitros de la Liga Confluencia evalúan seriamente suspender la próxima fecha en caso de que sus reclamos no sean escuchados.

La locura y la violencia vuelven a conspirar contra el desarrollo normal de un espectáculo, lo que aleja a las familias y a los chicos de la práctica del deporte más popular del país.

Tras los graves hechos de violencia que sucedieron en cancha de Círculo Italiano, por parte del jugador de Argentinos del Norte Sergio Rocha hacia la terna arbitral del encuentro, el Tribunal de Disciplina resolvió suspender al agresor de manera preventiva hasta que se dicte la resolución definitiva.

También fue suspendido provisoriamente Rafael Salvo, delantero del conjunto Carcelero, por haber “omitido relatar su presencia” a pesar de que no participó del hecho.

Producto de la agresión, el árbitro principal del encuentro, Emilio La Bollita, resultó con doble fractura de clavícula, mientras que uno de sus asistentes, Matías Vergara, se desmayó por los fuertes golpes que recibió.

Desde el Colegio de Árbitros indicaron que se encuentran a la espera del fallo definitivo del Tribunal para analizar los pasos a seguir. Aún así resaltaron que, casi con seguridad, los jueces decidirán parar por el próximo fin de semana, a modo de protesta.

Los jueces damnificados, La Bollita, Vergara y Ávila, denunciaron penalmente a Rocha por lesiones graves.

Desde Argentinos del Norte, en tanto, emitieron un comunicado de prensa en el que manifestaron su repudio “por el hecho de violencia que sufrió la terna arbitral” por parte de Rocha.

Además, desde la entidad Carcelera aseguraron que al momento en que se produjeron los hechos gran parte del plantel se había retirado del estadio en colectivo y el que agresor debía regresar por sus propios medios.

Como consecuencia, la dirigencia del Norte decidió también suspender a Rocha hasta que “la Liga no resuelva de manera definitiva”.

Según indicaron, el fallo oficial se dará a conocer entre hoy y mañana por parte del Tribunal de Disciplina y se espera una sanción ejemplar. Los protagonistas están citados a declarar mañana a la tarde.

Los niveles de intolerancia llegaron a un nivel insospechado en cancha de Unión de Allen durante el encuentro que local disputó ante Deportivo Roca. Promediando la segunda etapa, el Mago convirtió el gol del empate en un duelo importante en la lucha por los primeros puestos pero Román Domínguez, árbitro principal, lo anuló por offside a instancias de la jueza de línea Sara Godoy.

Tras la decisión tomada por los árbitros la hinchada local, que estaba a espaldas de la asistente, la agredió verbalmente de manera incesante durante algunos minutos por lo que Domínguez decidió cambiar de lado a Godoy para protegerla.

En una decisión que tiene su amparo en el reglamento, fue Pedro Valdebenito quien se puso a espaldas de la parcialidad del Mago, mientras que Godoy finalizó el partido marcando el ataque visitante.

La violencia verbal y psicológica también se hizo presente el pasado fin de semana y obligó a modificar el trabajo de dos jueces de línea, algo que alteró el normal transcurso del encuentro.

El duelo entre Alto Valle y Atlético Regina también tuvo un hecho de violencia que no pasó a mayores, pero aún así reflejó el nivel de destrato hacia los árbitros.

El lateral derecho del Tanga, enojado por una falta en contra que le cobraron, tiró un pelotazo hacia el banco de suplentes del Albo. Luego reiteró el hecho contra el árbitro, Jose Huaiquipan, quien lo expulsó.

Al ver la roja, el jugador de Alto Valle intentó golpear al juez del encuentro pero, luego de varios minutos, fue detenido y calmado por sus compañeros para que la situación no pase mayores.

La Copa Neuquén tampoco estuvo exenta de los hechos de violencia durante el fin de semana.

El duelo por la segunda fecha del certamen entre Independiente y Patagonia, en La Chacra, fue suspendido debido a incidentes que se produjeron tras un gol del conjunto visitante, convertido por Ezequiel Carmona.

Jugadores y dirigentes se tomaron a golpes de puño tras un festejo que habría causado el enojo de la parcialidad local, lo que derivó en la interrupción del juego.