Violencia policial: hay 52 denuncias paradas en fiscalía de Cipolletti

¿Quién controla el accionar de la fuerza rionegrina? El interrogante surge a partir del déficit que se observa en la Justicia y por los casos de abusos registrados en los últimos días.

Los casos de abusos policiales conocidos en los últimos días pusieron en tela de juicio la política institucional de la fiscalía y generan un gran interrogante: ¿quién controla las acciones de la fuerza rionegrina?

En lo que va del año, en la Cuarta Circunscripción que abarca desde Catriel a Fernández Oro, se registraron 52 denuncias por apremios ilegales, abuso de autoridad, vejaciones y amenazas, entre otros delitos cometidos por la fuerza policial.

El dato fue aportado de manera oficial por el propio Ministerio Público, sin embargo son pocos los suboficiales que enfrentan la acusación ante un juez o jueza.

Se acumulan tres últimos casos resonantes: la golpiza que recibió un joven periodista de Catriel, agravada por la posterior detención e incomunicación.

Los vejámenes a los que fue sometido un adolescente de Cinco Saltos que, gracias a la intervención de sus familiares, consiguió que el juez Marcelo Gómez librara una orden para hacer cesar el hostigamiento. La militante

Lila Calderón también denunció que su hija fue víctima de un procedimiento policial irregular y fue asistida en el hospital ante una crisis de nervios.

El padre del adolescente de Cinco Saltos reveló a “Río Negro” que la fiscalía archivó una anterior golpiza que le dieron a su hijo en febrero de este año. Allí le fracturaron el tabique nasal y le hicieron perder piezas dentarias.

Los referentes de Derechos Humanos de la región también aseguraron que con el cambio del código procesal penal, hace dos años, la mayoría de las denuncias pasan a engrosar el archivo de la fiscalía.

El funcionario a cargo de esa unidad es Matías Stiep, quien fue designado luego de la reforma procesal.

Oficialmente se supo que en lo que va del año se iniciaron 52 expedientes por “violencia institucional”. El detalle lo aportó el propio Ministerio Público a través de su oficina de comunicación: 2 por apremios, 23 por apremios ilegales, 20 por abusos de autoridad, 5 por vejaciones y 2 por amenazas policiales.
Llama la atención la cantidad de apremios ilegales puesto que ese delito implica que una persona ha sido golpeada para que declare en contra de su voluntad.

Este diario pidió acceder a las estadísticas oficiales para conocer también cuantas de esas 52 denuncias pasaron a conocimiento de un juez o jueza. Sin embargo, al momento de publicarse esta crónica, no se había brindado esa información de manera oficial.

Funcionarios judiciales y abogados particulares hablaron en off. Aseguraron que no han existido ni formulaciones de cargos ni juicios contra policías, al menos en el último tiempo, lo que avala la hipótesis de que las denuncias quedan “inactivas” o más grave aún: se archivan.

La Policía intentó justificar el accionar de los agentes en Catriel a través de un comunicado en el que aseguró que la víctima fue objeto de un proceso por “contravenciones”, un mecanismo utilizado para justificar las detenciones policiales.

En Catriel golpearon a dos personas

La causa de Catriel avanzó con la declaración de uno de los testigos presenciales del hecho.

El joven que estaba junto al periodista que fue agredido detalló que el tercer integrante del grupo de amigos que circulaban en un auto también recibió golpes.

“Cuando les pidió a los agentes que dejen de pegarles lo golpearon. ‘Vos no te hagas el héroe’ fue lo que le dijo el uniformado, según su declaración.


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