Violento asalto a una aseguradora en Neuquén

NEUQUEN – Los delincuentes volvieron a golpear fuerte en la ciudad. Los blancos elegidos fueron una aseguradora en pleno centro de donde se llevaron más de 80.000 pesos en cheques y efectivo, las oficinas de una constructora donde redujeron a las víctimas a culatazos y los despojaron de sus efectos personales y un mercadito barrial, donde fracasaron ante el arrojo de la dueña que se resistió.

En todos los casos los ladrones intimidaron a las víctimas a punta de pistola y revólveres, actuaron a cara descubierta, con agresividad y a plena luz del día. Además, la aseguradora está a 200 metros de la comisaría Primera.

Dos hombres de entre 25 y 30 años, armados con revólveres 38 largo, ingresaron a las oficinas de Sancor Seguros, Tucumán al 100, y tras reducir al gerente y tres empleados se llevaron de la caja fuerte 7.000 pesos en efectivo y 75.000 pesos en cheques. Ocurrió a las 10.30 de la mañana, una hora de máximo desarrollo de las actividades administrativas y comerciales.

«Primero los vimos pasar por la vereda y mirar hacia adentro. Al momento, volviendo sobre sus pasos, ingresaron. Apuntándonos con las armas nos amenazaron y ordenaron que nos tiráramos al piso. El objetivo era la plata», dijo a «Río Negro» uno de los empleados.

Sin dejar de insultarlos y reclamarles el dinero, los obligaron a dirigirse hacia el interior donde había otras dos personas. Hicieron abrir la caja fuerte y retiraron todo lo que había. Al parecer, tanto el dinero como los cheques los guardaron en una de las bolsas de polietileno con las que se cubrieron el rostro al ingresar.

«Nos hicieron tirar al piso y nos decían que no les miráramos la cara. De todos modos, alcanzamos a ver que tenían gorras y eran de tez oscura», añadió el empleado.

El sistema de seguridad del local tiene alarma, pero los desconocidos actuaron tan rápido que no dieron tiempo a accionarlas. Antes de retirarse encerraron a las víctimas en el baño. Es el primer asalto que sufre la firma, que lleva varios años en el mismo local.

En tanto, en la oficina de que la constructora Alicura SA tiene en el complejo de viviendas de Bahía Blanca y Chocón, el atraco lo protagonizaron tres hombres de alrededor de 25 años. Cerca de las 17 sorprendieron a tres empleados y les arrebataron sus pertenencias.

«Ví a los tres muchachitos que iban y venían. Pasaban de un lado para el otro y como andaban con un balde de albañil, pensé que me iban a pedir un poco de arena. Pero al final se fueron para el lado del balneario», dijo a este diario un albañil que trabajaba en el sector.

«A nosotros nos encararon primero y no nos dejaban de apuntar en ningún momento. También nos insultaban y nos pateaban. Uno de los muchachos intentó resistirse y le dieron un culatazo. Fue un momento muy tenso, porque en ese momento uno no sabe cómo pueden reaccionar», relató una de las víctimas.

«Tenían muy claro lo que buscaban: plata. Me sacaron 500 pesos y a los otros muchachos una suma parecida y la documentación personal y antes de irse nos encerraron en el baño», añadió.

En el mercadito «Super Todo» de Doctor Ramón y Rodhe del barrio San Lorenzo, los ladrones se quedaron con las ganas. Fue al mediodía y en el local estaba la dueña y dos clientes. Cuando los apuntaron la propietaria, a quien ya han asaltado reiteradas veces, corrió hacia la vereda y pidió auxilio. Ante ello, los frustrados ladrones optaron por salir corriendo.

La policía escuchó sus gritos y la salvó

CENTENARIO – El desesperado grito de auxilio que lanzó una mujer cuando dos chicos le pusieron el caño de un revólver en la cabeza, fue escuchado por los efectivos de una patrulla que justo pasaba por el lugar. Lograron evitar el robo y detuvieron a los asaltantes.

Uno es Daniel Riquelme, de 18 años, y su compañero un menor de 16. Quedaron a disposición de la Justicia.

La dueña del quiosco «Avenida», de Honduras y avenida del Libertador, ya había apagado las luces y estaba cerrando el negocio cuando dos chicos, con naturalidad, le pidieron que les vendiera cigarrillos. Fue unos minutos antes de las 23 del jueves.

La víctima accedió al pedido, para lo cual tuvo que ingresar nuevamente al negocio, en penumbras. En ese momento sintió el frío del arma en la sien y los manotazos de los desconocidos que le oprimieron el cuello. Instintivamente comenzó a gritar, con tanta suerte que en ese instante un móvil policial pasaba de recorrida frente al negocio.

Ante la aparición de los efectivos, los jóvenes salieron corriendo pero a los pocos metros fueron alcanzados y conducidos a la comisaría.

El quiosco está ubicado en el sector comercial de la ciudad. A la hora en que ocurrió el hecho hay otros comercios en actividad. Según relataron los dueños del negocio, es la primera vez que los asaltan en los siete años que llevan trabajando.