Violento asalto a una estación de servicios de GNC

Cinco personas, entre ellas tres empleados, fueron reducidas por media docena de ladrones que no pudieron violentar la caja fuerte de una estación de servicios. Se llevaron 350 pesos.

CIPOLLETTI (AC).- Al menos seis sujetos -dos de ellos armados con revólveres- a los gritos y metiendo miedo, asaltaron ayer la estación de servicio de gas natural comprimido ubicada en ruta 22 y el acceso Pacheco (en el área de la rotonda de los puentes carreteros), redujeron a empleados y clientes, quisieron abrir la caja fuerte, no pudieron pero se llevaron 350 pesos en efectivo y unos 1.000 pesos en tarjetas telefónicas, no sin antes maniatar y golpear a varias personas. En uno de los rastrillajes la policía halló debajo del puente viejo una bolsa con las herramientas utilizadas en el intento de forzar la caja.

«Eran violentos y metían mucho miedo. Se movían rápido. Y sabían que había una caja fuerte porque llegaron con herramientas para abrirla», dijo una persona allegada a la estación, que está ubicada en una intersección neurálgica, con miles de vehículos que la transitan por día, y a pocos metros de la Terminal de Omnibus Cipolletti.

Por la moladora, barretas y demás -y la hora que eligieron, fuera de los momentos en que el tránsito es muy denso- la policía de la comisaría Cuarta deduce que hubo inteligencia previa, máxime cuando el primer maleante que llegó lo hizo con una remera de las que usan los empleados para atender al público.

El copamiento y asalto se inició pasadas las 3.45 de ayer, cuando los dos empleados de la playa de venta de GNC vieron llegar a un sujeto joven, en bicicleta, con una remera de la empresa. No tuvieron tiempo de preguntar nada porque el hombre extrajo un revólver y casi paralelamente salieron otros cinco sujetos de entre las sombras.

Los empleados fueron llevados hacia el shopping del complejo donde también quedó reducido el operario de ese lugar.

De inmediato todos fueron obligados a arrojarse al piso, y maniatados. El ladrón de la remera se hizo con el pantalón de un empleado y salió a la playa aparentando ser personal de la firma, mientras otros emprendían la tarea de tratar de abrir la caja fuerte.

En un auto llegaron dos mujeres a cargar GNC. Una de ellas se bajó y fue al shopping, quedando en poder de los sujetos. La otra fue obligada a bajarse y también quedó atada junto a los otros rehenes.

Los malvivientes daban ordenes a los gritos, amenazando y exhibiendo las armas para amedrentar.

La imposibilidad de abrir la caja y la llegada de un taxi, y al parecer de otros que enfilaban para la estación, puso nerviosos a los cacos que robaron todo lo que pudieron, incluso pertenencias de los empleados y las mujeres, y se fueron en varias direcciones. El botín fue de 350 pesos y 1.000 pesos en efectivo.

Cuando recibieron el aviso de parte del taxista que se percató de la situación, alertó a la comisaría Cuarta y comenzó un rastrillaje por toda la zona. Debajo del puente viejo encontraron una bolsa con la moladora y demás herramientas, pero hasta anoche no había resultados positivos acerca de los maleantes que, se supo de fuentes extraoficiales, se supone que habrían llegado desde la vecina Neuquén.


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