Virtual apoyo al proyecto «disidente»

La Alianza busca reacomodarse luego de los simbronazos provocados por el ajuste

El bloque de la Alianza busca contener las diferencias con la política de gobierno que crecen en su seno interno, con la motorización del proyecto de aplicación de los aportes patronales a las empresas de servicios públicos privatizados que presentaron los diputados «rebeldes» de la coalición.

La iniciativa surgió de parte de la casi quincena de legisladores del oficialismo crítica del gobierno de Fernando de la Rúa como una respuesta a las medidas de ajuste dispuestas por el Poder Ejecutivo cuando aplicó rebajas a los salarios de estatales y la desregulación de las obras sociales.

El proyecto será discutido en una serie de comisiones a lo largo de la semana próxima para acelerar su llegada lo más pronta posible al recinto de sesiones.

La embestida de los «rebelde» cuenta con el aval de las autoridades del cuerpo que tiene casi la mayoría en la Cámara baja, encabezados por el frepasista Darío Alessandro.

Por el momento, el bloque justicialista «no tiene posición tomada», indicó el diputado rionegrino, Miguel Angel Pichetto; aunque algunos peronistas manifiestan su voluntad de apoyar el proyecto de los disidentes.

La decisión de restituir el pago de los aportes patronales a las telefónicas o las prestadoras de los servicios de gas, luz o agua es el eje central de un proyecto que suscribieron las diputadas Alicia Castro y Elisa Carrió y sus pares Héctor Polino, Marcela Bordenave, Federico Soñez, Ramón Torres Molina y Enrique Martínez junto con Alfredo Bravo y Jorge Rivas.

De acuerdo con un estudio realizado por la facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) que aportaron los legisladores, desde su privatización hasta diciembre de 1998, las empresas ganaron en total, en millones de pesos: Aguas, 201; Rutas, 98; Electricidad, 905,6; Gas, 2.438,2; Teléfonos, 4.775,8; YPF, 4.222 y los Trenes y Subterráneos, 15,3.

En rigor, el sentido de la iniciativa no cayó mal en casi ningún sector del bloque aliancista de 124 miembros.

Sin embargo, el impulso del proyecto con el aval de las autoridades de bancada responde a un interés mayor: lograr, o al menos intentar, disciplinar a los «rebeldes» para acallar los matices que cada vez se hacen más evidentes en la coalición de Gobierno que está representada en el Parlamento.

De hecho, por lo menos dos de las críticos de los decretos de ajuste votaron en contra en la Cámara de Diputados. (Infosic)


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