visto y oído en Neuquén
Con el asesor que tiene, Quiroga no necesita abuela • El morral de Guagliardo da que hablar en el gobierno
Horacio Quiroga: no tenés asesor.
Hércules Le atribuyó tantas habilidades que fue desde el “hábil estratega, carismático, seductor”, pasando por el “visionario, pragmático, disciplinado”, hasta el “estadista que se anticipa a los hechos”. Dice que conoce la provincia como “la palma de su mano”, que “no es demagogo, que detesta la prepotencia, el atropello y el patoterismo”. Que “hace cumplir las leyes” y que con “su gabinete de asesores en pleno funcionamiento vislumbra y concibe una suerte de usina de leyes para transformar, desde el Congreso, los puntos básicos de la políticas públicas”. Bueno, el merecedor de todos esos calificativos es el diputado nacional Horacio “Pechi” Quiroga. Y quien se los tributa es Nicolás Nosiglia un sobrino del “Coti”, que asesora al neuquino en el Congreso. O sea, uno de los miembros de esa “usina de leyes”. Nosiglia inicia y termina un escrito que llegó a los diputados del Congreso, calificando a Quiroga como “el Hércules neuquino de la UCR”. ¿No será mucho? Guantes blancos La fiesta de inauguración del nuevo local de Toyota en Neuquén se pareció mucho a un acontecimiento político. A los funcionarios que acompañaron a los gobernadores Jorge Sapag y Miguel Saiz, y al intendente Martín Farizano, se les sumaron dirigentes empresariales y gremiales. El abrazo entre el petrolero Guillermo Pereyra y ambos mandatarios provinciales fue todo una postal. Pero sin duda lo que más llamó la atención fue la ceremonia de corte de cintas, que se llevó a cabo de acuerdo con tradiciones japonesas: entre sonrisas, Sapag, Saiz y Farizano, además de autoridades de la automotriz, se calzaron guantes blancos y tomaron cada uno una tijera. A la cuenta de tres, las cintas quedaron en el suelo. Debut El nuevo diputado Alejandro Calderón, del PJ, quien llegó a la Legislatura para cubrir la banca que dejó vacante al renunciar la radical Cecilia Bianchi, hizo su primera embestida verbal contra los radicales. Fue en la sesión última, para cuestionar una iniciativa de los radicales promoviendo una declaración de repudio a los legisladores neuquinos en el Congreso, que días antes no respaldaron la modificación de la ley del cheque. “Nuestros presidentes no se van en helicópteros”, disparó el legislador venido de La Angostura. Y le puso un tono poético gauchesco al discurso para sugerirle a los radicales que antes de esas propuestas se ocupen de sus propias cuestiones. “Cada lechón en su teta”, les dijo. A Marcelo Inaudi el “pegó” tan fuerte el discurso que tanto replicó a Calderón como maldijo a “mi amigo Farizano”, ya que el intendente promovió la renuncia de Bianchi y la consecuente pérdida de la banca radical, a favor del kirchnerismo. Se hizo escuchar el peronista. Sin lugar Tal vez Calderón no se haya molestado tanto por la propuesta de los radicales, sino por la “avivada” de ellos que le significó no tener lugar en ninguna comisión. Así como el senador Horacio Lores (MPN) se quedó fuera de las comisiones desde fin de año, Calderón al llegar a la Cámara comprobó que tampoco le han hecho lugar en los espacios de trabajo. Sólo cuando falta alguno de sus compañeros de bloque puede, como suplente, ocupar un lugar. ¿Qué pasó? Que apenas renunció Bianchi los radicales, rápido de reflejos, designaron un reemplazante en cada comisión que integraba y conservaron esos lugares. Lugares que perdieron los peronistas. Y a Calderón… afuera. ¿Quién preside? Parece que los diputados peronistas se quedaron bastante dormidos con el cambio que supuso la desintegración del bloque Concertación Neuquina para la Victoria, que conformaban junto a los radicales. No sólo fueron sorprendidos cuando los anteriores socios le birlaron el puesto que dejó Cecilia Bianchi en las comisiones. Hasta comienzo de semana no habían designado aún presidente del bloque. En número los peronistas se posicionaron como segunda minoría, pero tendrán que afinar algunas cuestiones de funcionamiento para les reporte las ventajas esperables. ¡Morralero! Dejó de lado el protocolo que le impone el cargo, reaccionó con espontaneidad, sorprendió a más de uno y develó el sesgo de humor de su personalidad. Cuando días atrás se realizó una serie de vacunaciones en el marco de la Jornadas de Salud, que organizó la subsecretaría del área de la provincia, en el Parque Central, el gobernador Jorge Sapag, el diputado José Russo (MPN), el ministro Daniel Vincent, entre otros funcionarios, se colocaron la vacuna. Cuando el que recibió la dosis fue el secretario de Educación, Ernesto Seguel, Vincent, desde lejos, a viva voz y reiteradas veces, le gritó: “¡Te lo mandó el Morralero!”. Quedó claro que la alusión fue para el secretario general de ATEN, Marcelo Guagliardo, con quien Seguel viene lidiando por la huelga docente. Ocurrente el ministro. (AN)
Farizano, Saiz y Sapag con los guantes.
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