VISTO Y OIDO EN NQN

Badano no quiere que lo desprestigien con "malas palabras" - En la fundación de Sobisch lo único que queda es un mapita - La Concertación necesita un psicólogo

Desprestigio

 

Ya lo había insinuado el presidente del bloque del Movimiento Popular Neuquino (MPN), José «Pino» Russo, cuando en la Cámara respondió a las acusaciones de «sobischista», dejando en claro que al ser relacionados con el ex gobernador, muy pocos son los que lo consideran un halago.

El miércoles pasado corrió un rumor acerca de una reunión entre el vocal del TSJ, Eduardo Badano -sobre quien pesa un pedido de juicio político-, y el ex gobernador. El magistrado salió al aire en una radio local para desmentir el encuentro. «Los cinco vocales que actualmente ejercemos el cargo, fuimos propuestos por el entonces gobernador de la provincia, el señor Sobisch. Eso es un hecho innegable», dijo a modo de introducción, pero luego agregó: «Es muy difícil desmentir algo que no existió (sic)».

«Que me quieran hacer partícipe de una reunión porque, deduzco yo, para algunos sectores, el nombre del gobernador Sobisch sería mala palabra…», replicó el vocal para negar el encuentro. «Entonces, mejor vincular a Badano con una mala palabra o una supuesta mala palabra, entonces agreguemos un poco más de desprestigio», agregó luego, respecto de su vínculo con Sobisch.

 

¿Fractura?

 

Amalia Jara y Miguel Lucero, dos de los diputados justicialistas dentro de la Concertación, hicieron explícito su acuerdo con el bloque de Alternativa Neuquina para el sorteo inmediato de las salas del juicio político, en el proceso que se lleva adelante a los integrantes del Tribunal Superior de Justicia.

Jara lo hizo con su voto en la Cámara, a mano alzada en medio de la mirada punzante de sus compañeros y correligionarios. Lucero estaba en el baño, pero luego apoyó a su compañera en comunicado de prensa. Dicen que las diferencias entre los distintos sectores de la Concertación vienen desde hace meses y que no es el primer desencuentro. No se ha realizado siquiera una reunión de bloque con los 13 diputados, sino que siempre se juntan los seis justicialistas por un lado y los siete radicales por el otro. Y en una comisión legislativa de esta semana, Jara aseguró que votará «según sus convicciones» y no por mandatos de bloque.

 

Heladera

 

Paula Sánchez, la referente de Barrios de Pie y diputada de Alternativa Neuquina quería argumentar su posicionamiento respecto del juicio político al TSJ e intentó clarificar a través de un ejemplo más simple. Explicó que si se produce un robo, la Justicia tiene un papel y la policía otro, tal como lo tienen en el juicio político las salas Acusadora y Juzgadora. «Si, por ejemplo, Oltolina roba una heladera…», relató Sánchez, que usó al diputado de la Concertación como parte del relato, y que inmediatamente fue interrumpida: «No te la devuelve», bromearon en voz alta. «Otro desafuero no, por favor», retrucó Oltolina. Es que el legislador oriundo de Chos Malal fue objeto de un pedido de desafuero del que se librará en pocos días, ya que sus pares anticiparon que no se hará lugar al pedido.

 

¿Y Fundepa?

 

El «mapita» de la provincia que es escudo del MPN proliferó en los últimos años, e incluso se produjeron discusiones acerca de la posibilidad de incluirlo en las boletas que se utilizan en las elecciones. En las publicidades televisivas se llamó a elegir «la del mapita».

En la Fundación para el desarrollo Patagónico y Argentino (Fundepa) lo único que queda es el mapita, aunque en este caso es el nacional y no el de Neuquén. Al fondo del hall central, con escritorios vacíos de por medio, está arrumbado el esquema que, provincia por provincia, detalla los operadores que trabajaron en la campaña presidencial del ex gobernador Jorge Sobisch.

Luego de la cruzada electoral, en la fundación dedicada a, según consta en www.sobischpresidente.com, «promover la investigación de los problemas económicos, sociales y de organización institucional de Neuquén, la región patagónica y el país», no tienen tareas asignadas.

Se supone que los aportes de los funcionarios de la anterior gestión que sumaban 100.000 pesos mensuales para la campaña presidencial de Sobisch no se trasladaron a la actual, por lo que los ingresos de Fundepa no son los de antaño.

Sin el antiguo objetivo de catapultar al ex gobernador a la esfera nacional, muchos se preguntan acerca del futuro de la fundación. (AN)


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