VISTO Y OIDO EN NQN

Autoconvocada

Por una cuestión de formas, en las reuniones de comisión del Concejo Deliberante neuquino se toma asistencia. Y así ocurrió esta semana en uno de los encuentros matutinos. Pasaron lista y la única que faltaba era la concejal del MPN Gloria Sifuentes. Ni lerdo ni perezoso, saltó el edil justicialista Carlos Chaneton. Cuando preguntaron ¿Sifuentes?… «Autoconvocada», fue la respuesta del rubio edil neuquino.

 

Discurso

El presidente del EPEN, Nicolás Salvatori, una de las llaves que usó Sobisch para abrir escuelas, justificó su accionar en declaraciones a la radio FM UNC-CALF y reivindicó la labor de los autoconvocados que desde hace una semana se expresan en el monumento ¿Se puede decir autoconvocados cuando se los va a buscar y se los trae en Trafic?, le preguntaron. «Y bueno… cada uno viene como puede y el gobierno tiene la obligación de… garantizar el funcionamiento del sistema educativo», dijo, cuando todos apostaban que diría… 'de traerlos al centro'. Un datito de este Salvatori: cada vez tiene la voz más parecida a la su papá, el senador Pedro.

 

Cacheteado

Antes de llamase a silencio por consejo de una consultora, Jorge Sobisch hizo una recorrida por programas televisivos de Buenos Aires con los que hasta hace un tiempo tenía buena relación Así, habló con el inquisidor Luis Majul. Subido a La Cornisa (es el nombre del programa) Sobisch la pasó mal y para criticar al presidente Néstor Kirchner recordó el escándalo por el traslado de los restos de Perón. Lo malo fue que en vez de decir San Vicente dijo San Cayetano, San Cayetano y San Cayetano. Majul llegó a extrañarse y se hizo el enojado pero enseguida siguió su programa: lo esperaba Moria Casán. La mala fortuna siguió a las pocas horas cuando el gobernador se pasó de vueltas con Marcelo Bonelli, en a Dos Voces. Saliendo desde Neuquén, vía satélite, Sobisch llegó a hablar de «la muerte de un policía», refiriéndose al caso Fuentealba y cerró a los gritos porque un dirigente gremial iba a contestarle. «¡Ese no era el acuerdo!», se enojó antes de decirle a Bonelli que no respetaba su postura.

 

No a Quiroga

«No voté a Quiroga-Panessi», señaló Blanca Belinaux en un comunicado para aclarar su actitud en el último Congreso del PJ, en la que se aprobó llevar como cabeza de fórmula de la Concertación al radical Horacio Quiroga. En

esta columna se la cuestionó porque el día anterior fue a un acto de apoyo a Raúl Podestá, de Alternativa Neuquina. Belinaux dijo que cuando ingresó al salón de la reunión la fórmula ya se había votado, pero que sí votó a los candidatos peronistas a intendentes del frente. «Esto lo puede corroborar el compañero presidente del Congreso, Ariel Kogan», remarcó. Pero fue precisamente Kogan -y también el presidente del Consejo, Luis Sagaseta- quien dijo que la votación de la fórmula fue «unánime» y que votar todos los puntos les llevó menos tiempo que los destinados a los aplausos. Si es como dice Belinaux, ni Kogan ni Sagaseta aclararon que la fórmula no la votaron todos los congresales; y si es como dijeron Kogan y Sagaseta, a Belinaux la hacen figurar con un voto que no dio.

 

Ni sacristán

La confusión fue entre el obispo Marcelo Melani y los diputados Ariel Kogan (PJ) y Marcelo Inaudi (UCR). Se generó porque una periodista de Buenos Aires que comprensiblemente no conocía a ninguno de ellos, abordó a Inaudi en la puerta del obispado, después que finalizaran una reunión por la situación generada a raíz de la muerte del docente Carlos Fuentealba, creyendo que era Melani. «No, yo no soy Melani», dijo el radical. La periodista dio entonces por descontado que el obispo era Kogan, quien también tuvo que aclarar que no era el obispo. A todo esto, Melani permanecía a unos pasos y no tomaba participación de lo que ocurría. Para terminar confundiendo aún más a la periodista, Inaudi dijo: «Está bien que tanto Kogan como yo tengamos caritas de buenos, pero creo que ninguno de nosotros ni siquiera llegamos a sacristán». Amén. (AN)