Viva San Fermín!”: El chupinazo dará inicio a la fiesta en Pamplona

“Pamploneses,

viva San Fermín!” Con el grito del nuevo alcalde de la ciudad, Enrique Maya, Pamplona iniciará la transformación que traen consigo unas fiestas cuyo origen se remonta a la Edad Media.

En este año de crisis económica, también los Sanfermines se han visto afectados. El presupuesto se ha reducido un 10 por ciento, hasta los 2,7 millones de euros, después de que el año pasado permaneciera congelado. “Pese a ello, estoy seguro de que la diversión y el buen ambiente sanferminero no se va a resentir”, dijo Maya a medios españoles.

Los 200.000 habitantes de Pamplona se multiplicarán estos días en una ciudad dispuesta a disfrutar. Y también a gastar dinero: según la Cámara de Comercio, la ciudad ingresará hasta 75 millones de euros por las fiestas.

Como cada año, lo más destacable serán los ocho encierros a primera hora de la mañana, que arrancarán el jueves, cuando cientos de personas correrán hacia la plaza, vestidas de blanco y pañuelo rojo en el cuello, delante de las manadas de toros que recorren las estrechas calles del centro histórico de Pamplona.

La imagen volverá este año a dar la vuelta al mundo, con más de 600 periodistas españoles y extranjeros acreditados. Y este año coincidirá con el 50 aniversario de la muerte del escritor estadounidense Ernest Hemingway, que inmortalizó los Sanfermines con su presencia y su novela “Fiesta” (1926).

Pero no todos están de acuerdo con esos encierros matutinos y las corridas que se celebran por la tarde en la plaza de toros. Los defensores de los derechos de los animales volvieron a elevar la voz este año en los días previos al arranque de las fiestas.

“Se hace difícil imaginar unos sanfermines sin toros, pero sería algo alucinante”, manifestó el coordinador general de AnimaNaturalis de Pamplona, Sergio Ruiz. Esta organización iberoamericana creada para la protección de los derechos de los animales formó el domingo con cien personas un toro ensangrentado y agonizante en la plaza Consistorial de Pamplona.

Unos dos millares de personas corren diariamente delante de los toros, una cantidad que el fin de semana llega a duplicarse. Desde 1922 han muerto 15 personas en esas carreras. En 2010 no hubo que lamentar muertes, pero las fiestas registraron más de 370 heridos, si bien la mayoría de carácter leve.

En los últimos años, los controles y la seguridad fueron aumentando en Pamplona. Agentes de policía despejan diariamente el recorrido de los toros y supervisan que las calles están en buenas condiciones para la carrera. El acceso de los corredores a la zona del encierro se ha ido endureciendo con el paso de los años para evitar que corran personas bajo el efecto del alcohol que se consume a raudales a lo largo de los nueve días de fiesta.

dpa