Vivir sobre la Ruta 22, un riesgo constante en VillaRegina

El tramo de la ruta que atraviesa parte de Regina se convirtió en una de las zonas más peligrosas para circular. Peatones y automovilistas, entre la imprudencia y la falta de controles.

VILLA REGINA (AVR).- A diario quienes transitan por la ruta 22 en el tramo que divide en dos a Villa Regina, y quienes circulan por las calles que la atraviesan, están expuestos al riesgo de protagonizar un accidente por lo compleja que es la circulación en este punto.

Calles que unen la zona céntrica con el sector de barrios sobre la margen sur de la ruta, el cruce de peatones y ciclistas en distintos sectores, sumado a una ruta sobrecargada de tránsito tanto de vehículos chicos como de camiones de gran porte, forman un cóctel donde el riesgo de sufrir un accidente está latente.

De acuerdo a los registros de la Policía Caminera, hubo en los últimos 15 meses 15 accidentes, lo que representa un accidente por mes. De estos datos se destaca que sólo uno de ellos tuvo consecuencias fatales, mientras que los restantes sólo provocaron daños materiales.

Pero uno de los datos más llamativos es que un solo lugar en todo el tramo de la 22 concentra el mayor número de choques, con ocho accidentes. Se trata de la intersección de la ruta con la avenida General Paz, en el extremo este de la localidad. En ese lugar de ingreso a la ciudad de quienes circulan desde Chichinales hacia el Alto Valle, está uno de los tres semáforos dispuestos para controlar el tránsito.

Y es precisamente el no respetar las luces indicadoras uno de los factores que inciden en que en

ese punto se contabilicen tantos choques.

El tramo de poco más de mil metros de ruta que atraviesa esta localidad cuenta con nueve cruces; cinco de ellos corresponden a intersecciones con calles que permiten unir la zona céntrica con el sector de barrios, a los que se suman otros cuatro cruces utilizados por peatones y ciclistas. Los más conflictivos de

estos últimos se encuentran frente a la terminal de ómnibus, sobre la calle Esandi, y en la calle Balcarce.

El más riesgoso de todos estos es sin duda el que se encuentra frente a la terminal de ómnibus; donde se encuentra ubicada una de las pasarelas peatonales que atraviesa el arroyo Salado, y que es utilizado tanto por personas que llegan a esta ciudad en colectivo y se dirigen a la zona céntrica, como por alumnos que asisten a las escuelas primarias y de nivel medio. En ninguno de los puntos donde se encuentran las pasarelas peatonales hay semáforos, e incluso durante los últimos meses en el marco de un proyecto implementado por Vialidad Nacional, denominado «Travesía Urbana», en algunos de estos cruces se colocaron guard-rails sobre las banquinas para reducir la cantidad de acceso a la ruta desde las calles de la ciudad; y en consecuencia muchos peatones pasan por sobre estas vallas metálicas para atravesar la ruta.

 

Preocupación

 

Los riesgos en la ruta 22 son un tema de constante preocupación en esta ciudad, lo que generó que desde el municipio, también desde hace algunos meses, se pusiera en marcha un programa de control que cuenta con la colaboración de la Policía Caminera con asiento en Chichinales, con el objetivo de controlar los cruces peatonales más concurridos en los horarios de mayor uso.

«Esperemos que cuando se realice la obra de ampliación de la ruta, se prevean cruces peatonales» señaló una de las personas que habitualmente debe atravesar caminando la ruta 22. «Es que si bien la policía hace algunos controles para evitar accidentes en horarios pico, en otros momentos del día tenés que cruzar mirando para todos lados» agregó.

Es que si bien a lo largo de todo el tramo se encuentran carteles señalizadores indicando la velocidad máxima para el tránsito, la misma no es respetada, y es habitual ver pasar camiones con carga y vehículos de menor porte transitar a alta velocidad.

«Lo que pasa es que como están los semáforos, si ven que tienen luz verde aceleran para no tener que detenerse, y muchas veces cuando están llegando a la intersección el semáforo pasa a rojo, pero ya no pueden frenar» comentó por su parte un efectivo de la Policía Caminera, que es

taba realizando pericias sobre un accidente registrado en la intersección de General Paz y ruta 22.

De todos modos, hasta el momento no se ha presentado ninguna propuesta que dé una solución a los riesgos que representa el paso por la zona urbana de Regina de la ruta 22, y muchos esperan que cuando se ejecuten las obras de ampliación de esta vía, se contemple no solo una solución a la circulación vehicular, sino también para peatones y ciclistas.

Entre enero del 2006 y marzo de este año se registraron 15 accidentes de diversa gravedad. en el tramo de la Ruta 22 que atraviesa Regina. Es decir, un accidente por mes.


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