Voces enfrentadas por el parque Llao Llao

El Plan de Manejo del parque Llao Llao de Bariloche despertó un serio enfrentamiento entre los ambientalistas y los concejales que aprobaron la ordenanza que permite la instalación de comercios en el lugar. Ayer terció en la disputa el intendente Feudal, que apoyó a los ediles. Un grupo de ecologistas envió a los concejales la Carta Orgánica con un irónico mensaje.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- «Si los emprendimientos comerciales son cuidadosos y prudentes pueden tener cabida en el bosque municipal Llao Llao», aseguró ayer Atilio Feudal. Las palabras del intendente se dieron de plano contra la posición de grupos ambientalistas que reclaman la suspensión de la ordenanza que aprobó el plan de manejo del parque.

El intendente local respaldó implícitamente a los concejales que hace una semana sancionaron la norma que busca reorganizar el manejo y la conservación del área protegida.

Feudal aseguró que «vamos a cuidar el bosque ya que el Ejecutivo es conciente del valor que tiene para la comunidad». Señaló además que no hay que «agitar fantasmas sobre daños ecológicos que no existen» y prometió «asumir toda la responsabilidad para controlar el buen cumplimiento de la ordenanza municipal». «Que nadie dude que estamos todos detrás de la conservación», afirmó.

Pero cerca del mediodía un grupo de ambientalistas nucleados en la «Comunidad del Limay», una organización ciudadana por la defensa del patrimonio natural y cultural, entregaron en el Concejo municipal 9 cajas, envueltas en papel de regalo, las cuales contenían una copia de la Carta Orgánica municipal y una cajita de chocolate. «Para que de una vez por todas lean la carta magna que rige las leyes de esta ciudad», explicó el ambientalista José Gámez. «El chocolate es para comer durante la lectura», sonrió irónico.

Los nueve concejales que recibieron el «obsequio» -Marcelo Cascón, Irma Haneck, Ricardo Ledo, Alberto Icare, Ester Acuña, Graciela Di Biase, Wálter Arneodo, Andrea Casal y Claudio Lueiro- fueron los que votaron favorablemente el plan de manejo del parque municipal Llao Llao, sometiendo su territorio a la eventual apertura de explotaciones comerciales.

Previamente los ambientalistas exhibieron las cajas en la calle principal de esta ciudad y entregaron volantes a residentes y turistas. «No negociemos con el bosque del Llao Llao, es patrimonio de todos. Su mejor defensa es el respeto a la carga orgánica», explicaban a los transeuntes.

La problemática que implica conservar el bosque Llao Llao es de larga data. Ubicado al oeste de la ciudad abarca 1.220 hectáreas con costa de lagos Nahuel Huapi y Moreno. La carta orgánica de Bariloche, aprobada en 1987, dice que este bosque debe conservarse como «un área natural inalterable e inalienable».

En 1996 el municipio le encargó a la Universidad del Comahue que diseñe un plan de manejo del bosque. Se estudió la flora, fauna y el estado de conservación del bosque. Pero las conclusiones del trabajo sugieren la instalación de bares, quioscos, restaurantes, confiterías, sanitarios y estacionamientos. Este plan nunca fue aprobado.

La semana pasada el concejo municipal aprobó la ordenanza, que aprueba los programas de protección, conservación y educación ambiental del bosque pero creó además un consejo técnico asesor ad honórem que tendrá a su cargo el estudio y definición de la zonificación de uso del área y los programas de manejo turístico-recreativo, de obras y administración.


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