Voluntariado enla universidad

Denominamos voluntario a toda persona que por decisión propia destina parte de su tiempo al trabajo solidario, sin pretender ni recibir remuneración alguna.

Es una alternativa que surge del sentido ético de cada persona. La tarea se orienta hacia la búsqueda de soluciones de las necesidades y problemas sociales; expresa una responsabilidad solidaria mediante la cual se pretende mejorar la calidad de vida y genera en el voluntario la sensación de ser socialmente útil.

Consecuentemente, se puede afirmar que el voluntariado responde a dos tipos de motivaciones: ideológicas, ya que entiende los problemas sociales como propios, asumiendo la responsabilidad de intervenir para solucionarlos, y personales ya que otorga a los sujetos el sentido de pertenencia a un grupo en el que comparte inquietudes similares con otras personas con las cuales trabaja y se relaciona.

El voluntariado se constituye en una dimensión intermedia entre el Estado y el individuo y, aunque resuene a un término desactualizado, representa la acción puramente social.

La sociedad debe prestar especial atención en la promoción del voluntariado, pero no en funciones que son irrenunciables de Estado, y transformar en caridad y beneficencia lo que deben hacer por justicia los propios gobiernos.

Por ello es importante subrayar los límites del voluntariado, recuperando exclusivamente su rol político como grupo de presión cuando corresponda. Sin embargo, debe existir una política estatal de voluntariado. Este es todo lo contrario a obligatorio y al deber. Lo caracteriza la voluntad (en tanto potencia del alma que mueve a hacer cosas) y la convicción de que es posible un mundo mejor.

Se es voluntario porque se quiere, por vocación, por elección, por hacer el bien al prójimo, por solidaridad, por encontrarle el sentido a la propia vida.

A la vez que se hace el bien, la persona se enaltece y completa su propia existencia.

Ser voluntario es una forma de ser y de actuar que encuentra su destino o bien en una causa a la que se adhiere particular e insistentemente, o bien dispuesto a cualquier llamado entendido como necesidad de los demás.

Nadie elige ser voluntario para pasarla mal. El hecho de que sea un esfuerzo no significa que tenga que ser una instancia desagradable, está muy lejos de la pretensión del voluntario tener que sufrir por los demás; muy al contrario, ayudar hace bien al que realiza la acción.

Por lo tanto un atractivo de ser voluntario es integrar un ambiente agradable y pertenecer a un ámbito de referencia satisfactorio. No se da de forma automática, hay que construirlo y sostenerlo, transformándolo en un lugar donde se respeten las personas y las ideas. El beneficio, al no ser económico, reside en la satisfacción por llevar a cabo en conjunto un trabajo de utilidad social.

Estas primeras consideraciones permiten arribar a la siguiente definición:

«Voluntario es aquel que brinda un servicio no remunerado, donando tiempo y conocimiento en beneficio de los demás y respondiendo a sus propias motivaciones. Implica un trabajo sostenido que con su acción contribuye a la transformación de un mundo más justo».

El voluntario debe ser guiado por un sentido de responsabilidad y ayuda a los demás, pero siempre consultando la voluntad de la persona a quien ayuda. Es importante ser servicial, pero no debe dejarse manipular cuando las tareas puede realizarlas la persona por sí misma.

Estar comprometido es involucrarse personalmente con lo que se quiere realizar y hacerse cargo de ello hasta las últimas consecuencias. Esta condición es imprescindible para el que pretende ser voluntario.

Es fundamental desarrollar un sistema de voluntariado en las organizaciones para apoyar tareas de acción social y de utilidad colectiva, que además resulta en la mayoría de los casos el empuje de promoción creativa en la incorporación de mentalidades nuevas.

En la universidad como organización social se fue gestando la idea de conformar un voluntariado universitario y contribuir así a solucionar los problemas detectados.

Es fundamental que el estudiante emprenda acciones como voluntario, ya que favorecen su desarrollo personal y profesional. El trabajo como voluntario posibilita el desarrollo de recursos humanos, fomentando el compromiso con los problemas sociales.

No obstante, hay que controlar que no sea utilizado como mano de obra barata. Es por esto que trabajan en áreas del bienestar social que no se encuentran en las estructuras administrativas o desarrolladas con el objetivo exclusivo de la inclusión comunitaria.

El Programa Accesibilidad y Voluntariado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y la Escuela Superior de Idiomas consiste en la articulación entre estudiantes universitarios y organizaciones comunitarias para el logro de objetivos de bienestar social.

Las actividades que se desarrollan son las del área de accesibilidad, diseñando inserciones específicas y acotadas organizadas en función de la agenda académica de los estudiantes, pero dirigidas hacia la comunidad.

Como vemos, si bien los ámbitos de aplicación del voluntariado son diversos, debe entenderse que cualquiera sea el mismo, las actividades tienen que fijarse como meta la construcción de una sociedad mejor.

CARLOS ÑANCULEO (*) Y HELGA TICAC (**)

Especial para «Río Negro»

(*) Licenciado en Servicio Social. (**) Magister.


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