Wall Street pone la lupa sobre la economía del país
Los inversores creen que Brasil tendrá problemas gane quien gane los comicios. Altas tasas de interés, un real débil y una fuerte concentración de pagos de la deuda externa hacen dudar a los inversores sobre la solvencia del país. Ya le bajaron el pulgar a "Lula".
NUEVA YORK (Reuters) – Hasta hace poco, Wall Street prestaba oídos sordos a las posibilidades de que el favorito en las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil, el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, pudiera realmente ganar.
«Ya hemos visto esta película», era el refrán de los administradores de fondos de inversión, al recordar el desempeño de Lula en las campañas electorales de 1998 y 1994, en las que subió con fuerza en las encuestas preelectorales, para luego perder la ventaja en las últimas semanas previas a la votación.
«Pero esta vez es diferente. Existe un deseo mayor de cambio del que había en 1998 o 1994», dijo Joao Francisco Meira, presidente de Vox Populi, una compañía encuestadora brasileña.
Meira habló ante un grupo de banqueros e inversores en un panel de discusión en Nueva York realizado el viernes con los auspicios de la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos.
Los mercados parecen ahora percibir la diferencia, pese a que los analistas no han llegado a decir que Lusa se encamina a una victoria.
Altas tasas de interés, un real que se debilita en forma sostenida y una importante concentración de obligaciones de deuda podrían acarrear estrecheces fiscales a Brasil en el 2003, y hacen dudar a los inversores sobre la solvencia para el pago de la deuda del país, opinaron analistas.
El riesgo país de Brasil, como lo mide el índice de mercados emergentes de JP Morgan, ha subido y está próximo a los 1.200 puntos base, lo que indica que se percibe un mayor riesgo de invertir en ese país que en Venezuela, cuyo presidente estuvo brevemente fuera del poder en abril por un golpe de Estado.
Para muchos de los participantes en la discusión de la Cámara de Comercio, el temor a una victoria de Lula no es infundado. «El tema es ¿que pasará si ocurre?», dijo Peter Geraghty, un director gerente de Darby Overseas Investments, que posee bonos brasileños.
«Dado el nerviosismo que estamos viendo cinco meses antes (de la elección), es difícil imaginar que las tasas de interés puedan bajar lo suficiente con Lula o evitar una reestructuración de la deuda interna», dijo Geraghty. «No tendrá un año para descubrir lo que los mercados quieren. El mercado ya lo habrá castigado para entonces», agregó.
Wall Street prefiere al candidato apoyado por el gobierno, José Serra, quien se encuentra unos 20 puntos porcentuales detrás de Lula en las encuestas de opinión.Sin importar cuánto modere Lula su retórica alguna vez populista, no es querido en Wall Street por haber coqueteado en campañas previas con la idea de suspender los pagos de la deuda del país.
Y los inversores, tanto locales como extranjeros, probablemente se alejarán del país si Lula resultara vencedor, dijeron los panelistas. Ese retiro de los inversores significaría que Brasil tendrá grandes dificultades para cumplir con sus pagos del servicio de la deuda el próximo año, dijeron los analistas. «Es una preocupación principalmente respecto a la solvencia», dijo Leonardo Leiderman, jefe de economía de Deutsche Bank.
«En el capitalismo global moderno los brasileños no votan»
SAN PABLO (ANSA) – Brasil está «condenado» a elegir al candidato oficialista José Serra en las elecciones presidenciales de octubre, porque si gana el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva «el país se hundiría en el caos».
Así advierte uno de los mayores inversores, o especuladores, según como se mire, de los mercados internacionales, el húngaro nacionalizado norteamericano George Soros.
Entrevistado por el diario Folha de Sao Paulo al margen de un panel organizado en Nueva York por la Cámara de Comercio estadounidense-brasileña, Soros advirtió que si Lula ganara en octubre «el caos llegaría como una profecía auto-cumplida».
«Los mercados creen que Lula suspenderá el pago de la deuda externa al asumir, y ya comenzaron a prevenirse, apostando contra el real. Esto se mantendrá hasta las elecciones, por lo que si Lula gana se verá obligado a suspender el pago por la situación financiera que encontrará», explicó Soros.
«Así se auto-cumpliría la profecía, agregó el inversor internacional, es decir no sería una cesación de pagos ideológica o voluntarista, sino una imposición de las circunstancias, porque no habría cómo pagar la deuda». Para Soros, «en circunstancias distintas, eso fue lo que sucedió en la Argentina». Si, en cambio, Serra ganara las elecciones de octubre, a pesar de la dinámica ya instalada de la crisis «los mercados se calmarán, porque el capitalismo global no se arriesgaría a inviabilizar a un país como Brasil, el «mejor alumno» del modelo económico hegemónico.
Al señalársele que se trata de un mecanismo perverso, que condiciona el voto soberano de los brasileños, que así se verían forzados a votar a Serra o a enfrentar el caos, Soros coincide y subraya que Estados Unidos cumple hoy el papel de la Roma imperial. «En la antigua Roma, recordó Soros, sólo votaban los romanos. En el capitalismo global moderno, sólo votan los norteamericanos. Los brasileños no votan».
Folha de Sao Paulo destaca que Soros se refiere a los agentes financieros, y no necesariamente al gobierno cuando habla de «los norteamericanos». Concluye con una advertencia sobre la condición de «mejor alumno» que supuestamente protege a Brasil: «esa designación se reservaba para Argentina, dice el diario, antes de que comenzara a caer a un pozo sin fondo. La «mejor alumna» fue abandonada a su suerte».
NUEVA YORK (Reuters) - Hasta hace poco, Wall Street prestaba oídos sordos a las posibilidades de que el favorito en las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil, el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, pudiera realmente ganar.
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