El romero:es una de las plantas más valoradas por sus usos culinarios y medicinales. Además de su popularidad en recetas con carnes y papas, esta planta destaca por sus propiedades antibacterianas y su capacidad para estimular la producción de bilis. Cultivarlo en casa es fácil, ya que se adapta bien a macetas y espacios pequeños.
El jengibre, por su parte, es una planta que ha sido usada durante siglos en la medicina china. Ideal para tratar resfriados y problemas digestivos, puede cultivarse en contenedores, siempre que se le proporcione un suelo fértil y bien drenado.
La albahacapuede mantenerse viva durante todo el año si se protege del frío. Además de ser esencial en la cocina, tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias, siendo útil para aliviar dolores de cabeza relacionados con problemas digestivos.
Por su parte, la menta es conocida por su crecimiento rápido y su capacidad para atraer insectos beneficiosos al jardín. Es ideal para preparar té fresco durante todo el año, y su aceite esencial tiene propiedades repelentes de plagas.
¡Recordá! desde septiembre, muchas aromáticas pueden crecer en almácigos para luego ser trasplantadas a su lugar definitivo. Un truco útil para prolongar la vida de estas plantas es cortar las flores antes de que fructifiquen, lo que permite que sigan produciendo hojas aromáticas por más tiempo.