“¿Y la independencia de poderes?”
Quiero escribir sobre la tan demagógicamente pregonada independencia de poderes, para decir primero que no es ninguna novedad que a quienes les toca gobernar quieren hacerlo con jueces afines a los intereses de su gestión. Y ahí cabe hacerse el primer interrogante: ¿se le puede llamar independencia de poderes a esto? Quizás sea distinto en cuanto a las responsabilidades, pero quienes acceden a los poderes ejecutivos de los distintos gobiernos de turno, ¿acaso no quieren tener mayorías y, si es posible, con quórum propio en las cámaras de Diputados, Senadores, concejos deliberantes, etc.? ¿Se puede creer en la división de poderes cuando todos o casi todos sabemos que esto es simplemente hipocresía pura? Cuando se tratan los presupuestos de los Estados, nacional, provincial, municipal, ¿cuáles constituyen los principales acuerdos: acaso no son los recursos que a cada uno de estos poderes mal llamados independientes les toca en la repartija de la torta? Este Estado nacional argentino y las provincias que lo conforman han sido saqueados impunemente. Salvo el caso muy resonante de María Julia Alsogaray, ¿han habido muchos más presos políticos por corrupción?, ¿de quién depende de que esto ocurra?, ¿quiénes son los responsables de cuidar el patrimonio del Estado y hacer que se cumplan las leyes: no son estos tres poderes los que deben cumplir con esta misión? Cuando vemos la puja para ver quién o quiénes ponen a los defensores del Pueblo, ¿acaso éste no es el que nos va a defender de, entre otras cosas, las malas gestiones de los gobernantes? Si son puestos por éstos, cómo proceden libremente si tenemos gestiones recientes de quien tenía a su cargo esta defensoría y porque se puso al gobierno en contra debió irse y, lo peor, aun pasarse al bando contrario. ¿Pueden ser creíbles estos actos de gobierno cuando los intereses en juego son los de tratar de que ningún funcionario vaya preso? No existió, ni existe, ni existirán divisiones de poderes mientras los dirigentes políticos sigan creyendo que la llegada al poder de gobernar continúe siendo un sálvense quien pueda para sus economías personales y no un salvemos al Estado para el bien de todos. Ojalá Dios ilumine al nuevo gobierno para que, aunque sea de a poco, se pueda ir restableciendo el respeto a las instituciones y que la división de poderes sea la herramienta que se utilice para que la ciudadanía comience a creer en los políticos y considere a la democracia como la única forma de vivir en paz y libertad. Rubén Ali Yauhar, DNI 8.211.757 – Ex intendente de Los Menucos
Quiero escribir sobre la tan demagógicamente pregonada independencia de poderes, para decir primero que no es ninguna novedad que a quienes les toca gobernar quieren hacerlo con jueces afines a los intereses de su gestión. Y ahí cabe hacerse el primer interrogante: ¿se le puede llamar independencia de poderes a esto? Quizás sea distinto en cuanto a las responsabilidades, pero quienes acceden a los poderes ejecutivos de los distintos gobiernos de turno, ¿acaso no quieren tener mayorías y, si es posible, con quórum propio en las cámaras de Diputados, Senadores, concejos deliberantes, etc.? ¿Se puede creer en la división de poderes cuando todos o casi todos sabemos que esto es simplemente hipocresía pura? Cuando se tratan los presupuestos de los Estados, nacional, provincial, municipal, ¿cuáles constituyen los principales acuerdos: acaso no son los recursos que a cada uno de estos poderes mal llamados independientes les toca en la repartija de la torta? Este Estado nacional argentino y las provincias que lo conforman han sido saqueados impunemente. Salvo el caso muy resonante de María Julia Alsogaray, ¿han habido muchos más presos políticos por corrupción?, ¿de quién depende de que esto ocurra?, ¿quiénes son los responsables de cuidar el patrimonio del Estado y hacer que se cumplan las leyes: no son estos tres poderes los que deben cumplir con esta misión? Cuando vemos la puja para ver quién o quiénes ponen a los defensores del Pueblo, ¿acaso éste no es el que nos va a defender de, entre otras cosas, las malas gestiones de los gobernantes? Si son puestos por éstos, cómo proceden libremente si tenemos gestiones recientes de quien tenía a su cargo esta defensoría y porque se puso al gobierno en contra debió irse y, lo peor, aun pasarse al bando contrario. ¿Pueden ser creíbles estos actos de gobierno cuando los intereses en juego son los de tratar de que ningún funcionario vaya preso? No existió, ni existe, ni existirán divisiones de poderes mientras los dirigentes políticos sigan creyendo que la llegada al poder de gobernar continúe siendo un sálvense quien pueda para sus economías personales y no un salvemos al Estado para el bien de todos. Ojalá Dios ilumine al nuevo gobierno para que, aunque sea de a poco, se pueda ir restableciendo el respeto a las instituciones y que la división de poderes sea la herramienta que se utilice para que la ciudadanía comience a creer en los políticos y considere a la democracia como la única forma de vivir en paz y libertad. Rubén Ali Yauhar, DNI 8.211.757 - Ex intendente de Los Menucos
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