Yacimiento recupera su ritmo pero sigue la tensión

Se trata de Anticlinal Campamento, que hasta la semana pasada fue ocupado por parte de la comunidad mapuche Gelay Ko. Colocaron un cerco perimetral alrededor de un pozo.

Marcelo Mercado

ZAPALA (AZ).- En Anticlinal Campamento hay una tensa calma. La planta compresora de gas de la firma Apache volvió a funcionar a pleno después de varios días de incertidumbre por el reclamo que impulsa integrantes de la comunidad Gelay Ko liderados por Cristina Lincopán y el werken Martín Maliqueo.

A pocos kilómetros, dentro de la misma área, la perforación del pozo que desató la puja también retomó su actividad. En tiempo récord se construyó un cerco de alambre y se reforzó la custodia policial para evitar copamientos como los de hace unos días.

“La situación es de incertidumbre, hoy estamos trabajando en forma normal pero no sabemos hasta cuándo porque en cualquier momento vuelven a la carga con las hostilidades”, explicó uno de los trabajadores de Apache, que abrió sus puertas a la prensa.

En el interior de la planta, que opera las 24 horas todo el año para abastecer a Zapala y una vasta zona de la provincia, todo es actividad. Bajo un sol impiadoso que preanuncia un verano tórrido en la estepa neuquina, los operarios van y vienen entre los tanques que almacenan los subproductos que se extraen del gas. Cada tanto se escucha el sonido intenso de una alarma que en pocos segundos se vuelve a silenciar. Los enormes compresores encargados de impulsar el gas por las tuberías funcionan a full.

Los sesenta pozos del yacimiento, de los cuales 25 son petroleros, descargan su contenido en tanques cisterna del tamaño de varias casas, desde donde son conducidos a su procesamiento.

“No hay riesgo, tenemos monitoreado todo el funcionamiento y ante cualquier desperfecto nuestros técnicos entran en acción”, explicó el anfitrión. Y agregó: “el peligro estuvo y de hecho sigue latente en las personas extrañas que intentaron sabotear el sistema”.

Los “extraños” son de la comunidad Gelay Ko que vienen reclamando la paralización de las actividades. “No los vemos como enemigos, de hecho compartimos muchas horas juntos y siempre tratamos de colaborar cuando necesitan algo”, cuenta el vocero quien enseguida aclara que “la gente de la comunidad no participa del reclamo, son todos extraños que vinieron de Zapala y Cutral Co, gente muy violenta”.

La comunidad, en rigor, tiene como lonco a Silvia Claleo, quien junto a veinte agrupaciones rechaza el accionar de Maliqueo.

La recorrida por el yacimiento sigue por un camino polvoriento hasta la perforación más reciente. La actividad es febril. En la puerta, varios policías custodian el ingreso mientras otros se cubren del sol en una media sombra. “En un día, con mi gente, cercamos todo el perímetro”, cuenta orgulloso uno de los responsables del área. “La otra noche, ante la posibilidad de que volvieran a generarse disturbios, mandé a todo el equipo a descansar”, agregó.

La perforación más reciente es la más custodiada. Efectivos policiales permanecen en el lugar.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios