Siempre que haya un Special Blend…

... sea del año que sea, agárrelo, bébalo, hágase amigo, tómese hasta la última gota.

Recorrimos la cronología, añada, tras añada y cosecha tras cosecha de uno de los vinos patagónicos más importantes del país.

Una cata vertical es una degustación de un mismo vino pero en añadas diferentes.

Un subir y bajar la escalera saltando de peldaño en peldaño. La máquina del tiempo con un joystick para ir y venir.

Lo bueno de este formato es que uno puede sentir en primera persona la evolución de ese juguito increíble de Bodega Del Fin Del Mundo durante más de una década pero sobre todo como se dio durante cada año. Entrar y salir de la duda a la certeza todas las veces que se quiera.

Se parte en tres tandas y se conversa. Sobre cada vino y cada año. Las precipitaciones, los vientos, la cantidad de uva cosechada, las parcelas puntuales donde se levantó la fruta.

Afortunados mis sentidos de beber desde 2002 a 2015. De sentir el tiempo dividido en mi boca de uno de los caldos más prestigiosos del sur argentino, construido en torno a tres varietales fuertes. Malbec, merlot y cabernet sauvignon.

Special Blend es el vino más importante de la bodega y uno de los primeros que le aportó prestigio a la Patagonia cuando arrancó todo.

Me invitaron a la mesa con parte del equipo de enólogos y responsables de la bodega. Si bien conocía la mayoría de las añadas, logré llenar los casilleros que me faltaban.

Daba pena escupir los vinos. Las catas son así de crueles y además había que volver manejando.

No voy a describir uno por uno. Siempre que haya un Special Blend, sea del año que sea, agárrelo, bébalo, hágase amigo, tómese hasta la última gota. Durante todos estos años a demostrado ser un gran vino.

En ese recorrido de cosechas está la mano enológica de Michell Rolland, Marcelo Miras, Ricardo Galante y Lucas Quiroga, solo por hablar de un team más que interesante.

Sus cortes son de cabernet sauvignon, merlot y malbec en el 99, 9 por ciento de los años. Salvo en la añada 2013 que hay apenas una pizca de Cabernet Franc.

Piense todo lo que ha sucedido en este tiempo. Los pasillos y laberintos del tiempo.

En tantos años han pasado soles y vientos. Tempestades, lluvias, noches frías y mañanas cálidas. Mujeres y hombres, agua, lunas, cometas, asteroides, sequías, gobiernos, sucesos, etc. Ha pasado la vida misma y la no tan vida. 13 años de un vino que tiene hitos en su cronología.

El primero, 2002, abierto 16 años después muestra un estado absolutamente intacto. Buena acidez, excelente fruta, muy aromático y elegante, tira su costado merlot como si se tratase de un caballo salvaje. De ahí para adelante será un viaje intenso, de nobleza colosal destacándose para quien escribe las añadas 2006, 2010 y 2013 por sobre el resto.

16 años de Special Blend, un viaje por el tiempo de un vino increíblemente genial.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios