Olla popular: los ingredientes de la protesta

En situaciones de crisis económica, el derecho a la alimentación es el primer ingrediente social que se ve vulnerado. Cuál es el origen de las ollas populares.

Ilustración: Florencia Vespignani

Victoria Rodríguez Rey

Que el alimento es una necesidad para el desarrollo y la subsistencia de la humanidad no hay duda. Sin embargo el alimento no le llega a toda la población, es por eso que se lo definió como un derecho. Que el alimento sea un derecho significa que el Estado tiene la obligación de garantizarlo. El hambre atrofia el intelecto, y en la población más joven el hambre, simplemente condena su futuro.

En situaciones de crisis económica, el derecho a la alimentación es el primer ingrediente social que se ve vulnerado. Cuando el Estado está ausente de sus obligaciones primarias, desde abajo surgen formas de organización que dan respuesta para alcanzar las condiciones básicas y materiales de subsistencia, como por ejemplo la comida.

Sobre el origen de las ollas populares

Está la teoría que sostiene que la cultura comienza alrededor del fuego. Es allí donde se genera la palabra, la división de roles y tareas, en definitiva es allí donde se establecen los primeros pasos para la organización de vida en comunidad. El fuego prehistórico continúa al día de hoy teniendo esas cualidades de elemento de transformación y unión.

En Chile entre los año 1930 y 1932 la caída en las exportaciones de salitre y cobre generaron una crisis económica en el país aumentando los índices de desempleo y migración. En ese contexto de desesperación social, de pobreza y desempleo, surgen con el nombre de “ollas comunes”, las asociaciones populares que se desarrollan para saciar la necesidad básica del hambre.

A principio de los ochentas en Uruguay se conforma la Coordinadora de Ollas Populares formada a raíz de la crisis económica de ese momento (durante 1973 a 1985 Uruguay se encuentra bajo un régimen militar). El objetivo principal de la organización fue el alimentario, no obstante, la coordinación intenta propiciar formación en trabajo y oficios. La olla popular fue la primera instancia de organización.

En Argentina, en la década de los noventas hiperinflacionaria las ollas populares se encienden para paliar el hambre de ese entonces. La olla popular es la radiografía de las condiciones económicas, políticas y sociales que afectan a la población impactando en la alimentación. Hoy y después de treinta años, el fuego sigue encendiendo espíritu de resistencia. La olla popular continúa siendo la que calla el sonido de tripas vacías y grita la crisis alimentaria, de un Estado ausente. La olla popular tiene la natural capacidad de organizar a un colectivo de personas en un determinado espacio territorial, generar división de tareas, definir roles y funciones para cocinar en conjunto y poder aplacar el hambre, al menos de ese medio día.

María José García, hace más de siete años que pertenece al Frente Popular Darío Santillán, movimiento social, político, multisectorial y autónomo. Vive en el barrio Auka Liwen, en la ciudad de Cipolletti. “Majo” relata, como cantando, que el fuego dentro de la organización es parte de los elementos comunes que reúne y transforma. Reconoce que hay dos instancias de olla popular, con los ingredientes del trabajo digno y la organización para alcanzar la transformación social. Una de ellas es la olla de todos los días que elaboran en los doce comedores sostenidos desde la organización en esa ciudad. Comedores que están abiertos a la comunidad y que cuatro veces a la semana garantizan el almuerzo para alrededor de cien personas que se acercan a retirar sus porciones. La otra olla es la que se elabora en la ruta al finalizar una instancia de reclamo contra la actual crisis económica.

El Frente Popular Darío Santillán está conformado por una mayoría de mujeres (el 90%) con una gran capacidad para la organización comunitaria. Para la elaboración de la olla popular cada barrio se divide por ingredientes: carne, arroz, verduras, condimentos, utensilios, fuegos. A penas llegan comienzan a dividirse las tareas. Las movilizaciones se encuentran cargadas de imágenes familiares, se trata de un gran almuerzo, donde se resiste pero también se celebra el poder de la organización. “Lo que se preparara es el guiso, que es popular. Es lo que llena, es lo que nutre, es lo que se puede, es lo que hay” sostiene.

Y al terminar la ceremonia, regresan cantando, cargando las ollas vacías y tiznadas enumerando los ingredientes necesarios para el día siguiente donde volverán a encender los doce fuegos de los doce comedores.

Receta de OLLA

GUISO DE ARROZ PARA 300

Ingredientes

* 15 paquetes de arroz

* 15 kg de carne

* 12 botellas de tomate

* 6 kg de cebolla

* 6 kg de zanahoria

9 kg de papa

* 6 kg de zapallo

* Sal, ají molido, orégano y pimentón a gusto de quien tiene el poder de controlar el fuego.


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