Carta abierta a Anthony Bourdain

Carta abierta a Anthony Bourdain

Anthony:

Escribo y borro. Hace mucho que no me pasa. Me da un poco de pudor abrir el juego, pero acaba de morirse uno de los nuestros.

Desde que me enteré me invade una gran tristeza. No nos conocimos. Amé y amo tus libros y tus series y programas. Son planes recurrentes en esta casa desde que uno puede poner play y taparse hasta la jeta con una frazada todo en el mismo lugar. Ese maravilloso planeta llamado cama. En la cama leí tus libros y vi las cintas de VHS que grababa mi madre del cable en época de videocaseteras.

Anthony, nos llevaste de la mano a muchos y nos hiciste mirar de cerca ese pasillo alocado, duro y espantosamente bello que es la cocina. Contaste como nadie sin ninguna formación académica. Doble mérito. Un cocinero es un obrero y si encima narra bien es un personaje fundamental en la vida.

Los narradores son fundamentales. La palabra trasladada es un ladrillo arriba del otro.

En Parts Unknown, tu programa de CNN cada tanto metías un bocado cinematográfico porque te gustaba el cine y sabías mucho. En el principio de todo, fuiste bachero para pagarte la escuela de cocina. Tu vida nunca fue fácil.

Quería entrevistarse, pensé las preguntas mil veces y me imaginé que quizás un día podríamos coincidir. Ya entrevisté a cientos, varios fundamentales, esperaba hacerlo con vos.

Gente en común contaba tu particularidad de escuchar y meterte debajo de la piel de las personas, para luego transmitir.

Guionista secreto de muchas historias supiste conmover al reventado y al careta, al acartonado y al liberal, llegaste a leer la letra chica como nadie jamás lo hizo y la volviste a escribir grande para que todos la podamos leer.

Punk, activista, reivindicador de las mesas y sobremesas, de las minorías y los desamparados de la palabra. Un buscador incansable en movimiento. Hackeaste el formato edulcorante gastronómico de la narrativa y la televisión en épocas de video cable y fuiste siempre más allá.

Naciste en New York, moriste en Francia. Nada es casualidad. En ambos sitios explotan las mejores cocinas del mundo.

Quería preguntarte cosas de música y política. De tus primeros trabajos. También de condimentos y lugares y de sitios que desconozco.

Quería saber qué pensabas de lo carnívoros que somos los argentinos a pesar de que en tus viajes por Buenos Aires lo dijiste una y mil veces. Quería permitirme hacerte algunas preguntas trilladas.

Hoy en Neuquén hace frío y retumba la noticia levantada de twitter esta mañana por un compañero de la radio.

Hace poco grabaste en Uruguay para tu serie de CNN y estuviste en sitios donde apenas un tiempo atrás yo había estado y visitado. Hablaste de Uruguay mejor que cualquier gobernante en años de historia rioplatense. Y así con varios sitios. Ese era tu estilo.

Estabas haciendo un programa de televisión increíble.

El cielo sigue plomizo y este otoño tiene color de invierno. Un avión pasa por encima de mi casa y a esta hora la cama es el mejor lugar desde donde escribirte.

Que descanses en paz Bourdain. Siempre quedan las preguntas.

Nunca turista, siempre viajero.


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