El maravilloso fenómeno de los huevos doble yema

Son aptos para el consumo y aportan buenos nutrientes a la hora de consumirlos. Va receta con arroz yamaní.

Doble yema. Rompes un huevo y ahí salen los dos círculos amarillos (o naranjas según la alimentación de las gallinas), pegados, como inseparables. Un golpe de suerte a la hora de prepararte algo para comer. La doble yema tiene un por qué, una explicación científica y biológica relacionada puntualmente a un tipo de gallina joven que tiene un ciclo de producción de huevos falto de sincro. Hay gallinas viejas que no sólo ponen huevos de gran tamaño sino que de vez en cuando meten un doble yema. A veces sucede que algunas gallinas solo lo ponen una vez en la vida.

El huevo y la gallina tienen muchas particularidades a la hora de buscar cosas curiosas, como los tamaños, el color, etc.

Hace unos días compré huevos de gallinas de chacra en una tradicional verdulería de Neuquén, grandes, lindos, de yema naranja. Los usé para cocinar el almuerzo de mi hijo, arroz yamaní con huevo y de repente, doble yema. Multiball!

El fenómeno es más o menos así

El sistema reproductor de la gallina es el sitio donde se forma al huevo. Se denomina oviducto.

Una yema se va liberando por día en el ovario de la gallina y en más o menos 27 horas va mutando hasta que se transforma en un huevo mientras recorre ese oviducto. En el caso de las gallinas jóvenes, su ciclo muchas veces no logra sincronizarse enseguida y entonces algunas veces van liberando de a dos yemas al mismo tiempo.

También sucede que la yema se quede “frenada” en alguna parte del recorrido hasta que pasan esas veintipico de horas y la nueva yema que viene atrás empuja a la que está atorada y eso muchas veces termina transformándose en un huevo con doble yema.

Este tipo de huevos son bastante nutritivos, no significa que se duplica el valor en cada yema que de por sí es muy power, sino que termina, en el conteo de nutrientes, reuniendo buenos y varios.

¿Cuántas veces te tocó un doble yema?

Receta arroz yamaní con huevo

Una taza de arroz por tres de agua al fuego lento con una pizca de sal, revolviendo y probando hasta que se evapore el agua. Si el grano está muy duro, agregar un poco y revolver, hasta que esté blando o anacarado si se quiere terminar de cocinar en sartén.

Por otro lado hacemos un huevo frito en sartén y en un plato cortamos un pedacito de manteca donde luego lo mezclaremos con el arroz y queso fresco rallado, logrando una rica mantecatura. Luego colocamos el huevo encima, y tenemos uno de los platos más ricos y tradicionales de la dieta cotidiana.

Ingredientes

Una taza de arroz

Tres tazas de agua

Sal a gusto

Manteca a gusto

Queso a gusto

Un huevo.

Y ahora, manos a la obra.


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