Un comedor cultural en pleno barrio Santa Genoveva

Una escultura de Don Quijote sobre la vereda del Centro Cultural Español te recibe desde la esquina. No es un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme… Estamos en Neuquén en pleno corazón del barrio Santa Genoveva. Ahí llegan los vecinos fieles, los distraídos, los perdidos, y los que van y vuelven porque es un sitio para eso.

Con una arquitectura moderna, minimalista y más allá de la pared de vidrio, dentro de esos fabulosos ladrillos se encuentra un comedor, salón de té muy interesante y recomendable.

Luminoso, 40 cubiertos, abierto de lunes a viernes de 12 a 21 y los sábados de 10 a 20.

Desayunos, almuerzos y excelente pastelería, café y té.

A nivel menú es una propuesta que está conformado por un plato principal, frio o caliente donde podes elegir entre una ensalada mediterránea, quiches de jamón y otra de puerros que sería la opción veggie, un pollo al paso con papas cuña y salsa criolla, Penne rigati con salsa pomodoro y una burguer que paso a describir.

Todo viene con guarnición, bebida, un postre que va rotando todas las semanas y un café o te de sobremesa por $230.

El comedor existe desde Agosto. Para Christian Itcovichi quien es el encargado del lugar y además cocinero profesional funcionar en el corazón del barrio tiene otro gustito: “sobre todo por la clientela que se ha fidelizado. La tranquilidad, al punto de que la intención es totalmente diferente a lo que es un tradicional bar o confitería céntrica, donde se encuentra el diario a disposición o están los televisores encendidos con noticieros o videoclips. La idea de la propuesta del barrio es que la gente vaya a desenchufarse y olvidarse de sus problemas”, dice Christian.

Todo tiene el toque de Silvia Balboa, una empresaria gastronómica con larga trayectoria, la concesión esta bajo sus manos y está es su primera incursión en Neuquén.

Almorcé la burguer. Me convenció la mezcla de carne y chori. El medallón acusa 170 gramos y tiene jamón, queso cheddar fundido, cebollas salteadas, lechuga, tomate, aderezo de pepinillos y mostaza, todo acompañado de unas simpáticas papas cuña horneadas, no fritas, horneadas.

Vamos al grano. El pan esta bien, suave, con un dejo a manteca y esponjoso. La carne la cocinaron al punto que me gusta, roja por dentro. Buena porción, todo fresco y el aderezo de pepinillos esta muy bien pensado. Recomiendo este plato y recomiendo visitar el centro cultural que depende de la Asociación Española de Neuquén y que fomenta la gastronomía de barrio entre otras cosas. Punto para ellos, punto para todos.

Ah, de postre me tocó flan, mixto, casero, perfecto.

Centro Cultural Español Neuquén – Colonia Española 1080