“Zoilo”, un clásico de la gastronomía roquense que siempre se renueva

Amplían servicios al cliente. Alta calidad y cordialidad son los niveles de su oferta.

Fernando Fayad, dueño del restaurante “Zoilo”, entiende a la gastronomía como un objeto de generosidad. Así, una pizza, un plato de pasta, una trucha al roquefort o una costillitas de cordero con unas papas al natural es una buena excusa para compartir con el otro. Y este hábito, que siempre es deseable encontrar y practicar, se extiende a la exquisitez de sus comidas, al precio accesible y a esa atención de cocineros y mozos que hacen sentir al cliente como si estuviese en su casa.

Esto hace que la propuesta de “Zoilo” sea entretenida, creativa y riquísima. “Ofrecemos una cocina de sabores cotidianos muy bien combinados”, resalta Fernando (48). Por ello, el comensal se sorprende de inmediato ante el plato servido y de inmediato empieza a reconocer fácilmente los sabores.

Uno de los pilares de la cocina es el horno a leña, que “marca la diferencia siempre”, comenta Fernando. Es en él donde Sebastián, el maestro pizzero, hornea decenas de variedades de pizzas tanto al mediodía como a la noche. Se formó en Neuquén y Buenos Aires para luego recalar con su oficio en Roca.

Por su parte, Sergio Rodríguez y Diego Gonzáles son los que regentean el resto de la cocina. Ambos son egresados de Cocineros Argentinos y trabajan a destajo para que sus producciones sean semiartesanales. “No tenemos nada preelaborado, excepto las pastas. Todo se hace en el momento y contra el tiempo porque nadie quiere esperar nada”, afirman. ¿Los platos más fuertes de ambos? Los sorrentinos y la lasagna. “No tienen competencia”, alardea un ayudante.

Un plato tiene que ser abundante, coinciden propietario y cocineros. “Esa es nuestra singularidad. Un comensal debe retirarse siempre satisfecho”, afirman. Y en esto de la satisfacción el servicio de delibery es una de las fortalezas de “Zoile”, remarca Fernando. “Llevamos el posnet a la casa de quien hizo el pedido. Puede pagar con débito o crédito, con las tarjetas de todos los bancos; también aceptamos Faro y Naranja. Vamos a todas partes de la ciudad, desde Stefenelli a J.J. Gómez. El radio mínimo tiene un costo de $20 y de ahí en más sube según la distancia. De todos modos, el costo lo cuidamos muchísimo para que no se dispare ningún precio nunca”, agrega.

Cedidur abastece los productos del restaurante, como el cordero, la merluza, la trucha y otras carnes especiales.

Fernando acumula años de experiencia en el rubro gastronómico. Trabajó en sus inicios en “La Casona” ocho años junto a Hernán Fiore. Luego creó “Pronto Pizza”, que le llevaron unos 17 años de trabajo. Y en el 2005 compró “Zoilo”. “A los 21 años, cuando hice el servicio militar en Bariloche confirmé que la vida me la ganaría en la gastronomía. Allí trabajaba en el Casino de Oficiales. Y tuve como compañero de colimba a Hernán (Fiore), quien tiempo después me enseñaría en su restaurante La Casona bastante de lo que hoy sé: hacer presupuestos, armar equipos de trabajo, saber elegir proveedores y las reglas básicas de la administración de un negocio. Hernán me formó, cuestión de la que le estaré agradecido toda la vida”.

Todos esos saberes pudo plasmarlos en un sitio céntrico roquense, que ya es un clásico del circuito gastronómico local.


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