Receta de granola natural para hacer en casa

Te proponemos sumergimos en la esencia otoñal para incorporar la sabiduría que nos trae la naturaleza en esta estación: el soltar. Va receta para ir cambiando la harina blanca de las mañanas o tardes y llenar de energía sana nuestro cuerpo en este frío otoñal.

Por Estefanía Fachinetti

OTOÑO ES LIMPIEZA

En el camino de la alimentación consciente, estar en sintonía con la naturaleza y sus ciclos, es algo que comienza a suceder casi inmediatamente. Y en general, respectar los ciclos de la naturaleza es fundamental para estar equilibrados energéticamente, emocionalmente y en todos los planos. Entonces otoño es soltar los excesos, sobre todo los que arrastramos de la estación pasada, el verano: exceso de bebidas frías, de helados, de cervezas, de esos gustos que nos dimos por estar de vacaciones. Si no limpiamos y liberamos, cuando comienza el otoño, todos esos excesos se transforman en grasas, gripes, mocos, resfríos, tos y flema. Todo ese exceso necesita salir, es la oportunidad que nos da el cuerpo de equilibrarnos.

ÓRGANOS Y ALIMENTOS

Hay órganos que es importante trabajar y fortalecer en otoño, que son los pulmones, el intestino grueso y el hígado. Cada órgano del cuerpo es responsable de distintas emociones, como los pulmones que, cuando la energía del cuerpo está desequilibrada, están vinculados con la pena, melancolía, tristeza; el hígado que en un estado de desequilibrio se vincula con el enojo y la ira y los intestinos con los miedos y capacidad de digerir las emociones (retenerlas o soltarlas). Con la alimentación esto se puede reequilibrar.

DEPURARSE

Lo que genera congestión e hinchazón desde el punto de vista alimenticio, ya sabemos que son la harina blanca, los lácteos, la azúcar blanca, las bebidas muy frías. Todos estos hacen que tengamos dificultades para respirar y digerir porque son mucógenos y también hacen que nuestros pensamientos no sean claros. Entonces, es propicio programarse una limpieza, una alimentación depurativa por un corto período de tiempo, que nos depure de lo que se mantuvo acumulándose en los hábitos de consumo pasados, tanto de estupefacientes (cigarros, fármacos, alcohol, etc.) como de alimentos. Y así reactive nuestras defensas, nos de equilibrio emocional y mental, que permita descongestionar nuestros órganos. Una alimentación depurativa consiste también en limpiar el hígado, un órgano súper importante que cumple más de 500 funciones, entre ellas filtrar y depurar todo lo que consumimos.

EL PODER DE LA LIMPIEZA

Esta oportunidad de limpiarnos hace que no solo nos liberemos físicamente y en este sentido la alimentación tiene esta gran herramienta, que te abre otras puertas, según lo que alimentes. Por ejemplo, la alimentación que tengas puede hacer que tengas una vía más propensa para ciertas situaciones.

El azúcar refinado, por ejemplo, o la harina refinada, te ponen rápidamente en un estado de vibración aceleradísimo, que luego se desacelera también muy rápido, lo cual provoca para tu sistema nervioso como estar en una calesita, subiendo y bajando, subiendo y bajando, donde tu cuerpo no para. Esto le genera irritabilidad e inestabilidad, porque no estas balanceado, sino que tu organismo vive un shock de energía muy repentino que así mismo baja en picada y te deja bajo de energía, cansado, somnoliento, denso. Pero si necesitas estar centrado, focalizado en algo, tomar una decisión o simplemente vivir el día a día con tranquilidad y desacelero, estos alimentos te predisponen a lo contrario.

A veces decimos que tuvimos un mal día por las cosas que nos pasaron en el transcurso del mismo, pero no nos fijamos con qué energía ya estábamos predispuestos para que nos pasaran o con qué energía estábamos en esos momentos para enfrentar y resolver de manera correcta esas situaciones, lo cual está totalmente de la mano de los alimentos y puede cambiar todo. Porque parte de esa energía está en cómo te hayas alimentado en el día y los días previos o qué hayas consumido más allá del alimento, ya que de esa energía es con la que estas cargando tus emociones, tus pensamientos, tus actitudes, reacciones, tu estabilidad y claridad mental.

LIMPIÁNDONOS DE LA HARINA BLANCA

Por una cuestión biológica, así como en verano nos orientamos hacia las frutas y alimentos frescos, en los días fríos, tendemos a elegir alimentos más densos, como todo lo que contenga harina. Por su configuración química molecular, la harina refinada resulta adictiva, por ende, cuando la vas dejando es natural que cueste y tu cuerpo y cerebro te pidan y te pidan. Y como es lo más accesible en el mercado, sumado a que todo el contexto social está sumergido en este hábito alimenticio, fácilmente llegamos a ella. Pero es importante, al menos en un principio, ir cambiándola por la harina integral y también por cereales integrales, como el arroz integral, el mijo, la quínoa, la avena, la cebada, el amaranto. Con los cuales se pueden hacer preparados tanto dulces como salados.

Estos alimentos equilibran el sistema nervioso y como entran al organismo en forma lenta, respetan el proceso de transformación química del alimento, por lo cual desaparece esa convulsión que te da cuando abrís un paquete de comida que tiene harina blanca y no queres parar hasta que no te comas todo. La primera semana tal vez sea difícil, pero realmente hay muchas opciones de alimentos para hacer recetas, con otros ingredientes que son riquísimos (incluso que pueden no tener azúcar) preparaciones sencillas y satisfactorias. Siempre hay recursos. Después te das cuenta que no necesitas reemplazar la harina blanca, porque en un principio, no necesitas la harina, entonces ya no hay algo que reemplazar.

RECETA PARA HACER GRANOLA EN CASA

Ingredientes

· 1/2 taza de amaranto

· 2 tazas de los siguientes frutos secos picados, a elección: almendras, castañas de caju, avellanas, maní, nueces, semillas de calabaza sin cáscara, semillas de girasol, semillas de sésamo integral, de chía, de amapola.

· 1/2 taza de miel pura y cruda, azúcar integral, jarabe de agave, melaza.

· Frutos desecados a elección: pasas de uva negras y rubias, coco rallado, duraznos, peras, dátiles, higos.

· 2 cucharaditas de las especias a elección: canela, nuez moscada, jengibre, cacao, maca.

· 1 pizca de sal marina o sal rosa del Himalaya

· Otros ingredientes: germen de trigo, bayas de Goyi, fibritas de salvado, extracto de vainilla natural, mijo y avena previamente remojados y cocidos.

Preparación de la granola

Utiliza una fuente amplia para horno que sea antiadherente o forra una fuente común con papel manteca para hornear.

Mezcla todos los ingredientes en un bol y luego transfiere esta mezcla a la fuente. Desparrama y empareja con una cuchara o una espátula, evitando grumos y dejándola lo más extendida que se pueda. De este modo te aseguras que toda la granola adquiera una consistencia crujiente.

Cada diez minutos revuelve un poco la preparación para que se cocine de modo parejo, hasta que tenga un tono dorado y crocante en su totalidad. Retira del horno.

Conserva tu granola casera en un frasco con tapa ancha y sírvela sola, con leche vegetal, jugo de naranja o de cualquier fruta o una infusión de té de hierbas. También podes agregarle frutas frescas como frutillas, peras, manzanas.

¡Ya tenés tu snack saludable entre comidas, desayuno o merienda asegurada!


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