Yo Corro: Deporte, mar, playa… la combinación ideal

Sol, calor, y un mar bien retirado de la playa custodiándolo todo. Así fue el escenario que enmarcó el Yo Corro, el evento que se instaló a pura emoción en la cuarta bajada del balneario. Tanta, que fueron muchos los que se sumaron espontáneamente a la competencia, seducidos por entusiasmo que se vivió durante la previa.

La largada se registró poco después de las 9, y el primer competidor llegó a los 24 minutos y medio, en ajustado final. Fueron 6 km corriendo por un paisaje único, que se vivieron con esfuerzo por los participantes, debido a las altas temperaturas y a la arena, que estaba suelta, ya que la pleamar recién se registraría a las 16.

El clima festivo y familiar acompañó cada momento de la actividad. De hecho, los últimos en llegar fueron los integrantes de una familia de Plottier, que corrieron con sus niños de 1 y 8 años. El primero, a bordo de un cochecito, que sus papás impulsaron durante el trayecto.

Desde temprano

Todo comenzó bien temprano, mucho antes de las 8. Frente al parador de la cuarta bajada se instaló el inmenso arco inflable, que sería el escenario de la largada y el arribo de los competidores. A una distancia considerable se montó la carpa de hidratación. Un complemento esencial porque la temperatura pasaría los 30ª, y promediaría los 24º durante el inicio de la competencia.

El público, compuesto por amigos y familiares de los competidores, comenzó a sumarle alegría y color a los momentos previos. Mientras los corredores se preparaban elongando y relajándose en la orilla, ellos alentaron y brindaron su apoyo.

De hecho, ese clima que se creó fue esencial, porque motivó a que muchos que no se habían inscripto se “prendieran”, animándose, a último momento, a sumarse a la largada.

Ese arranque fue poco después de las 9. Con un cielo celeste de fondo, el agua recostándose contra el horizonte y el sol brillando a pleno, la postal fue única. Es que las remeras rojas de los deportistas se fundieron en una marea humana que comenzó a avanzar hacia el trayecto a completar.

¿Y cuál fue ese recorrido? Los competidores partían en dirección a la primera bajada, y desde allí circulaban en dirección opuesta, unos kilómetros antes de Piedras Coloradas. Allí había otro puesto de hidratación. Luego, se iniciaba el retorno hacia la cuarta.

Ese trayecto lo terminó primero, con 24’, 30’’ Maximiliano Penchulef de General Conesa. Segundo fue Martín Araya de Villa Regina y tercero Victorio Reggiani de San Antonio Oeste. Entre las chicas, las dos primeras fueron de Las Grutas: Iara Vilches y Paula Martínez, respectivamente.

El cierre del evento fue extremadamente conmovedor, y marcó el espíritu familiar y lúdico que signó la competencia.

La familia de Plottier llegó a la meta poco después de las 10 tras haber corrido con el cochecito del más pequeño, de un año, propulsado de manera conjunta. Mientras la hermanita de 8 los seguía bien de cerca.

La mamá, Fabiola, tiró de una soga el carrito en el que iba Daian, mientras su papá, Nahuel, lo impulsó desde atrás, y Naiara siguió atenta los movimientos de ambos. Al llegar se mostraron sonrientes y felices. “Fue una gran alegría participar de esta carrera” dijeron, satisfechos. El público los colmó de aplausos.