«Yo no tengo por qué irme»
NEUQUÉN (AN).- María se las ve en figurillas para mantener a sus tres hijas y al pequeño nieto que hace unos días cumplió 13 meses.
El comisario abusador tendría que hacerse cargo de la cuota alimentaria del bebé pero la justicia todavía no ha logrado que se le recorte la jubilación al sujeto.
María dice que su casa es muy humilde y que le cuesta pagar los 335 pesos que le sale el alquiler, pero siente que debe quedarse allí porque «está la escuela, porque me queda cómodo para mis trabajos y porque yo no tengo por qué irme», explica.
Y enseguida vuelve a agradecer el trabajo de Zulema Díaz y del juez (Marcelo) Benavides que «me dijo que él ha hecho todo lo que pudo por este caso, lo mismo que el defensor (Carlos) Ferreyra, pero lo que yo siento es que no ha habido justicia».
Dice que la pequeña R. E. M. leyó el diario donde se publicó el fallo y se quedó callada, «mirando como perdida, como le ha pasado otras veces. Mire, trato de no presionarla y que todo sea lo más normal que se pueda».
La pequeña ha encontrado contención en la escuela y el cuerpo profesional que la asiste: «ella siempre fue buena estudiante y en sus compañeros no sé si saben pero se ve que no se meten con este tema».
María dice que el año pasado su hija se llevó cuatro materias y que no pudo rendir ninguna: «ella sabe que lo pasa y no es por poner excusas, pero el día en que tenía que empezar a rendir fue justo el día del juicio».
El fallo fue apelado por la fiscalía ante el Tribunal Superior de Justicia.
NEUQUÉN (AN).- María se las ve en figurillas para mantener a sus tres hijas y al pequeño nieto que hace unos días cumplió 13 meses.
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