YPF es un “chivo expiatorio”, dicen expertos

La embestida contra las petroleras busca tapar la falta de inversiones propiciada por las políticas kirchneristas y la responsabilidad de Nación en la ausencia de controles, aseguran.

BUENOS AIRES (ABA).- Aún cuando puedan discrepar acerca de si los niveles producidos por las empresas de hidrocarburos son los adecuados, todos los especialistas coinciden en la responsabilidad que tuvieron las gestiones kirchneristas en la pérdida del autoabastecimiento energético. En otras palabras, la situación que derivó en la ofensiva que lanzaron especialmente contra YPF el jueves pasado el gobierno nacional, con la adhesión unánime de los mandatarios de las provincias productoras, fue producto de las políticas nacionales para el sector. En tal sentido, el ex secretario de Energía, Daniel Montamat señaló ante el galopante déficit fiscal y pérdida de reservas el poder ejecutivo está apuntando a un “chivo expiatorio” para desviar la mirada de lo ocurrido. “Pero es el gobierno nacional –continuó Montamat– el que ha fijado los precios que desalentaron la inversión, ¿hace cuánto se viene advirtiendo sobre el efecto que iba a producir esta política energética?”. Para Montamat, el gobierno entrampó al sector generando déficit a lo que se fue sumado la preocupación por las cuentas fiscales. Desde otra visión pero coincidiendo sobre la ineficacia de las políticas kirchneristas, Jorge Lapeña (también ex titular de Energía) apuntó al gobierno por incumplir las tareas de contralor verificando que las compañías cumplan las reglas pautadas en las concesiones. ¿Cómo se explica que (el gobierno) tardara tanto tiempo en reaccionar para recién darse cuenta de la falta de inversiones?. Si hubo incumplimiento las responsabilidades son compartidas ¿acaso el gobierno no tiene integrantes en el directorio de YPF?”, reflexionó Lapeña. Los funcionarios presentes en la reunión del Sheraton-Libertador, en la cual se firmó el acta por la cual en 15 días se “tomará examen” en cada yacimiento (con al eventual reversión del contrato en caso de incumplimiento) coincidían por lo bajo en que la reacción de la presidenta respondió al desbarranque de las cuentas fiscales. El propio ministro de Economía, Hernán Lorenzino mencionó el déficit del 2011 como insostenible si encima continúa el actual nivel de importación de combustibles. Tapar el sol “No se puede tapar el sol con las manos, las razones de la embestida están claramente relacionadas con el dificultoso estado de la economía y la necesidad de importar hidrocarburos, circunstancia que alimenta ese déficit”, afirmó Gerardo Rabinovich del IAE (Instituto Argentino de Energía). La ofensiva fue completada con una crítica lanzada por la jefa de Estado a la distribución de dividendos que realiza YPF. Rabinovich agregó que desde el Instituto Mosconi se fueron señalado los riesgos de la privatización de YPF (que concluyó en 1999 con la entrega de todos los activos de esa empresa a Repsol). De todos modos, sostuvo el especialista que “comprar las acciones a Repsol implicaría una inversión cercana a los 14 mil millones de dólares que la Argentina no está en condiciones de desembolsar”. El atajo que pareció tomar el gobierno es presionar a YPF con un difícil programa de inversiones que abra la puerta para una re-nacionalización, una jugada que parece muy complicada. El ingreso en su momento del grupo Eskenazi a la firma en cuestión representó la injerencia de “empresarios nacionales” pero en minoría y dentro de un esquema de producción –motivado por el mismo gobierno– que derivó en la falta de autoabastecimiento. Luego fue el tiempo, sobre todo a fines de 2010, de las expectativas disparadas –tanto desde Nación como de los gobiernos provinciales– en el descubrimiento de yacimientos de petróleo y gas no convencionales (por el mecanismo de extracción en medio de rocas). El mismo Eskenazi hizo el anuncio en medio de la euforia de la clase política, pero la inversión necesaria en equipos es muy alta y los frutos hasta ahora no serían los esperados. El gobernador Sapag insistió el jueves acerca de la preponderancia que este tipo de yacimientos tienen en estados como los de Alberta (en Canadá) o Texas, Oklahoma, Dakota del Norte (en Estados Unidos). Cierto “río suena” acerca de un supuesto interés de firmas norteamericanas en invertir en la Argentina en este tipo de emprendimientos. “En definitiva los concesionarios tienen que poner el dinero que hace falta para incrementar la producción, sean las concesionarias, empresas internacionales, Gas y Petróleo de Neuquén y hasta Enarsa en caso que haya interés”, agregó el mandatario neuquino. En las últimas horas se mencionó un plan de inversiones que el titular de Repsol, Antonio Brufau, habría traído en carpeta. Pero nadie se animó a aventurar el destino. La quita de las subvenciones, sumado al reciente decreto presidencial que obliga a las empresas extranjeras a liquidar las divisas en el país fue el primer paso de una escalada que está lejos de detenerse. El también ex secretario de Energía, Emilio Apud, destacó que como contracara del galopante nivel de importaciones que se busca revertir, las empresas han tenido escasos incentivos para exportar. “Es imposible exportar cuando los valores de exploración son inciertos, o ni siquiera se sabe si se va a poder exportar. La caída de la producción y de las reservas son la lógica consecuencia de la política energética del gobierno en los últimos años. Nadie que sea sincero puede negarlo”, concluyó Apud.

En la reciente reunión de la Ofephi, el gobierno redobló las presiones a las empresas para una mayor inversión, con aval de provincias.


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