Zaffaroni: “Hay que respetar a la prostituta, cuidado con reprimirla”

El juez de la Corte pidió que no se las criminalice. E hizo propuestas para garantizar sus derechos. Sobre el caso de sus departamentos dijo: “De eso no hablo; ya pasó”.

“Yo no tengo la menor idea de lo que pasaba en esos departamentos, ni me interesa, ni tengo que ver con eso. Ese problema está totalmente superado. Lo que quiero que quede en claro perfectamente es que hay que respetar a la mujer que ejerce la prostitución y no ejercer poder punitivo sobre esa mujer con ningún pretexto, ni siquiera el de tutelarla”. El juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni tuvo una charla de tono intimista el fin de semana en el programa “Los que se vienen” por Radio Nacional. Habló una hora de varios asuntos, de los que sólo eludió responder a quienes lo cuestionan por su proyecto de reforma constitucional y a Elisa Carrió en particular. El escándalo de sus departamentos -donde se ejercía la prostitución- llevó una porción parte del programa y le permitió a Zaffaroni expresar definiciones sobre trata y prostitución. Cuando le preguntaron si él no podía haber tomado más recaudos “para que no se siguiese ejerciendo la prostitución en esos departamentos”, respondió: “De eso no hablo, eso ya pasó”. Aseguró no conocer a los denunciantes (La Alameda) “ni me interesa. A esa actitud –dijo- se sumaron todos los que me tienen bronca”. Y agregó: “Sí hay algo que me preocupa en cuanto al fondo: confundir prostitución con trata y prostitución con explotación. Mi consigna –subrayó- es respetar a la mujer que quiere ejercer la prostitución. Tratar de disuadirla, claro… pero cuidado de no criminalizar a la prostituta, porque ahí sí le damos una caja más a la policía, para decirlo claro… volvemos a una verdadera esclavitud. Cuidado con el discurso tutelar: yo voy a tutelar a la prostituta. No, cuidadito, cuidadito… Cuidar sí, evitar la prostitución sí, perseguir seriamente a la trata sí, pero respetar a la mujer”. En ese sentido, consideró –a modo de propuesta- que “quizá se pudiera pensar en cooperativas con clave, sin nombres, que pueden ser inspeccionadas, que incluso las propias organizaciones de derechos humanos y ONG formadas por las propias muchachas que trabajan puedan controlar que ahí no se explote”. Sin embargo, insistió: “Lo que debemos evitar en cualquier caso es estigmatizar a la mujer, ficharla. No se debe reprimir a la mujer que ejerce la prostitución. Hagamos todo lo social para disuadirla, pero reprimirla no”. ¿Trabajadoras? Cuando se le preguntó si consideraba que son trabajadoras, respondió: “Yo pienso que son trabajadoras; si se asumen como tales. Yo respeto cómo se asume cada uno. No podemos sustituirnos a la decisión del otro. Y si creemos que está equivocado, disuadirlo. Una cosa es tratar de disuadir, otra imponerle. Ojalá que podamos erradicar la prostitución… pero díganme en qué lugar del mundo se erradicó, salvo que se haya hecho de una forma brutal, punitiva: ¡Irán! No creo que sea nuestro ideal de sociedad”.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios