Zapatero asume con homenaje a las víctimas del terrorismo

Juró ante el rey. Su gabinete tendrá hombres y mujeres por igual

MADRID (DPA).- El socialista José Luis Rodríguez Zapatero asumió ayer la presidencia del gobierno español prometiendo el cargo ante el rey, Juan Carlos I, y su primera acción como nuevo jefe de gobierno fue hacer un homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo en Madrid.

Rodríguez Zapatero usó la fórmula de la promesa -en España se ofrece la alternativa de jurar o prometer un cargo, según las convicciones religiosas de la persona- y, con la mano sobre un facsímil del original de la Constitución de 1978, abierto por el título IV, que trata sobre el gobierno, prometió «por su conciencia y honor» cumplir las obligaciones de su nueva tarea.

«Prometo cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de Presidente del Gobierno, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros», dijo Zapatero que, presa de los nervios, titubeó en algún pasaje.

Se convertía así en el quinto presidente del gobierno de la democracia española, y en el segundo socialista, tras Felipe González.

El viernes fue investido con una holgada mayoría absoluta de 183 votos a favor (el mínimo son 176) en el Congreso de los Diputados. Como testigos de la ceremonia de ayer actuaron los presidentes del Congreso, Manuel Marín, y del Senado, Javier Rojo . También estuvo presente el jefe de gobierno saliente, José María Aznar, quien tras la ceremonia dio un rápido apretón de manos a su sucesor en La Moncloa y posó brevemente para las cámaras junto a Zapatero y el rey

Tras la sesión de fotos, en la que también participaron la reina Sofía y otras autoridades, Zapatero se trasladó a la que a partir de ahora será su residencia oficial, el palacio de La Moncloa, aunque su traslado definitivo junto a su familia, su esposa Sonsoles Espinosa y sus dos hijas, Alba y Laura, se producirá en los próximos días.

Allí volvió a posar brevemente para la prensa y, pese a su postura un tanto forzada, bromeó con los informadores. Así, cuando los fotógrafos le pidieron que se moviera un poco, dijo, entre risas, preferir hacerlo «hacia la izquierda» y, cuando se despidió de la prensa, con un «pues venga…», los reporteros acabaron una de sus muletillas, coreando un «a trabajar».

A continuación, Zapatero se dirigió a los hospitales Doce de Octubre y Gregorio Marañón, donde visitó a los heridos que aún continúan ingresados desde el 11-M. También depositó un ramo de rosas rojas -símbolo del PSOE- en uno de los puntos de en la estación de trenes de Atocha, objetivo de los atentados del mes pasado

Tras un almuerzo en La Moncloa con sus colaboradores, la primera reunión oficial del flamante jefe del gobierno español fue con José Blanco, el secretario de Organización del PSOE, como un gesto hacia su partido.

Regresó por la tarde al palacio de La Zarzuela, donde le comunicó al rey Juan Carlos la composición definitiva de su gabinete, con 16 ministros -ocho hombres e igual número de mujeres- que jurarán o prometerán sus cargos mañana domingo.


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