Zoellick intentará apagar el incendio en el BM

WASHINGTON (DPA/AFP) – El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, nominó ayer a Robert Zoellick, ex subsecretario de Estado y representante comercial norteamericano, para ocupar la presidencia del Banco Mundial (BM) en reemplazo de Paul Wolfowitz , quien debió renunciar por un escándalo de nepotismo.

En sus primera declaraciones, el casi seguro futuro presidente de la entidad anunció que buscará sacarla del «período traumático» que está viviendo.

Zoellick es un «internacionalista convencido», está bien preparado para el cargo y se siente absolutamente comprometido con la ayuda que el BM otorga a los países para combatir la pobreza, aseguró Bush.

El candidato cuenta con la confianza de todos los líderes políticos del mundo, señaló. Zoellick, de 53 años, sucederá al frente del organismo a Wolfowitz, quien presentó su renuncia a partir del 30 de junio tras el escándalo suscitado por el ascenso y alza salarial de su novia.

El Comité Ejecutivo del banco debe aún aprobar la designación de Zoellick, cuyo mandato se extendería por cinco años.

Después de ser presentado por Bush en la Casa Blanca, Zoellick llamó a los 10.000 empleados del Banco Mundial a superar las tensiones y temores de los últimos meses. «Necesitamos dejar atrás las diferencias de ayer y concentrarnos juntos en el futuro. Creo que los mejores días del Banco Mundial están aún por venir», dijo con confianza.

Zoellick dijo que la entidad sale de un «período traumático» tras la renuncia de Paul Wolfowitz, implicado en un caso de nepotismo. «A pesar de toda la atención puesta sobre la estrategia, la política y la misión del Banco, uno de los mayores desafíos, si no el mayor de todos los que el banco enfrenta, es el de la dirección y administración.

Esta institución acaba de pasar por un período traumático», afirmó Zoellick en una rueda de prensa. «Hay mucha ansiedad, frustración y cólera acumuladas», añadió. «Creo que una de las tareas será la de calmar las cosas pero también buscar tener una idea, todos juntos, sobre la manera cómo podemos establecer un consenso sobre la dirección hacia la cual la entidad debe dirigirse», expresó.

«Se puede tener las mejores ideas y la mejor estrategia, pero si no es posible ponerlas en práctica, no va a funcionar», afirmó Zoellick.