Estuvo prófugo hasta que la causa prescribió

Lo habían condenado a cinco años de prisión.

En el juicio por la agresión que sufrió Ivana Rosales, su ex esposo, Mario Garoglio, fue condenado a cinco años de cárcel.

NEUQUÉN (AN).- El 18 de abril de 2002, Mario Garoglio intentó matar a golpes a su esposa Ivana Rosales. Incluso creyó que lo había logrado, porque la metió en el baúl del auto y fue a entregarse a la comisaría. Ella sobrevivió, y a él lo condenaron a apenas a 5 años de cárcel de cumplimiento efectivo. Los jueces consideraron que hubo “circunstancias extraordinarias de atenuación”, ya que el hombre golpeó a su mujer después de enterarse de que ella le era infiel. Sin embargo no pasó ni un día preso porque se mantuvo prófugo. Ahora la causa prescribió y Garoglio (54 años) reapareció, como si nada. “Tengo miedo. La justicia siempre me falló, ni siquiera estuvo de mi lado cuando yo estaba medio muerta. Lo condenaron a nada más que cinco años, después no lo metieron preso, y ahora otra vez me fallan”, dijo ayer Ivana Rosales (35) a “Río Negro”. Altas fuentes judiciales confirmaron que la causa prescribió sin que Garoglio haya pagado su intento de homicidio con la cárcel. De todos modos indicaron que hay otras dos causas abiertas contra el hombre, una en Neuquén y la otra en Río Negro, lo cual podría significar una interrupción en la prescripción, pero no está claro. Añadió que tiene temor por alguna represalia, pero también por sus hijos. “En 2004 –cuando la sentencia aún no estaba firme– se llevó a mis hijos y tardé cuatro meses en recuperarlo. Me da miedo que pase otra vez lo mismo”. Garoglio y Rosales convivieron ocho años, los últimos tres casados legalmente, y tuvieron tres hijos. La agresión El 18 de abril de 2002, cuando regresaban desde Neuquén hacia su vivienda en Plottier, Garoglio estacionó el auto a un costado de la ruta 22, pasando el aeropuerto. Allí intento ahorcarla con un alambre, y ella se desmayó. Luego la encerró en el baúl del auto. Descubrió que estaba viva y empezó a pegarle con piedras en la cabeza, provocándole gravísimas lesiones. Después condujo hasta su casa, besó a sus hijos y se entregó en la comisaría, convencido de que en el baúl llevaba un cadáver. En un controvertido fallo judicial, muy criticado por organizaciones feministas, Garoglio fue condenado a apenas 5 años de prisión. El fiscal y los jueces tuvieron en cuenta que el ataque de Garoglio se produjo cuando ella le confesó que le era infiel. El hombre estuvo en libertad mientras el fallo se mantenía apelado. Cuando la sentencia quedó firme, se fugó. Rosales dijo ayer que “nadie se preocupó nunca por encontrarlo y detenerlo. Las veces que lo vieron por la zona y se hicieron exposiciones en la comisaría, la policía no hizo nada”.


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