Ciudades claves para que el FpV se lleve casi todo el mapa rionegrino

La mayoría de los oficialismos municipales quedaron deteriorados, especialmente los alineados en Juntos Somos Río Negro. La lista liderada por Fabián Gatti venció en seis municipios, de los cuales, sólo tres pertenecen a esa fuerza.

La contracara corresponde al FpV porque su boleta, encabezada por María Emilia Soria, se impuso en 31 municipios. Doce corresponden a gobiernos justicialistas, pero el resto fueron triunfos arrebatados a Juntos o al radicalismo.

Cambiemos venció en dos municipios: Guardia Mitre y Darwin, gobernados por los radicales Ángel Zingoni y Hugo Mansilla. Hubo pocos aportes de los otros correligionarios, pues lograron sólo colocar en el tercer lugar a la boleta de Cambiemos, que concluyó segunda en la provincia. Así ocurrió en Fernández Oro, Jacobacci, Ñorquinco, Valcheta y Viedma, incluso en Sierra Grande cayó al cuarto lugar. Los mejores caudales para Lorena Matzen fueron en gobiernos ajenos.

La diferencia del FpV se marcó en los cuatro municipios mayores. Su lista acumuló casi 82.500 votos, aventajando por más de 52.000 al oficialismo provincial. La distancia superior fue en Roca, con algo más de 24.000, seguido por Bariloche con unos 21.000, Viedma por más de 5.000 y Cipolletti, más ajustado, con más de 1.500.

Salvo Roca, el FpV superó a los oficialismos de esos municipios. Logró en Viedma unos 4.000 votos más que el radical José Luis Foulkes y unos 1.600 por encima del cipoleño Aníbal Tortoriello, ambos de Cambiemos y que terminaron terceros. La peor parte recayó en el barilochense Gustavo Gennuso, quedó cuarto, a más de 21 mil votos del FpV. En su ciudad, Martín Soria se distanció en más de 21.000 adhesiones del segundo, Cambiemos.

A pesar de la tendencia, hay vencidos en el justicialismo. El diputado Martín Doñate perdió en su pueblo, Luis Beltrán. En favor de Juntos también “cayó” en Pomona el intendente Miguel Jara, sumando dudas de su pertenencia ya que se conoce de su vínculo -con la legisladora María Maldonado- en favor del gobernador Weretilneck.

Juntos sumó Luis Beltrán y Pomona, ambos del FpV. Las restantes victorias fueron aportes propios en Cordero, Comallo y Maquinchao, sumándose la confesa militancia en la causa de Gatti de la radical Mabel Yahuar en Los Menucos.

El resultado también consolidó otros dirigentes en sus territorios. En el PJ, al legislador Javier Iud y al intendente Luis Ojeda en SAO; y entre otros jefes, a Sergio Hernández de Lamarque y Alejandra Mas de Conesa, revalidando dominios Alejandro Marinao, Ariel Rivero, Luis Albrieu; reposicionándose María Eugenia Martini en Bariloche.

El dato

Baja de caudales que encienden alarmas

La baja de adhesiones fue sorprendente en distintos municipios. Vale la comparación, a pesar de que corresponden a la última elección de intendentes y el comicio nacional del domingo.

El barilochense Gustavo Gennuso fue electo en el 2015 por 26.610 votos, pero su lista sumó ahora menos de 7.000 respaldos. Cayó a un cuarto.

Sabina Costa cosechó en su reelección 6.900 votos y la lista de Juntos cayó a un poco más de 1.900. Johnston estuvo cerca de los 8.500 cuando lo eligieron y sumó el domingo unos 3.200. El reginense Fioretti logró en el 2015 un poco más de 7.400 y, dos años después, la boleta oficial bajó a 3.200.

Obviamente, la dispersión de la parlamentaria nacional y la evaluación de las gestiones siempre golpean a los oficialismos.

La pugna del FpV y Cambiemos redujo ese impacto en los jefes del justicialismo. Así, la conesina Alejandra Mas pasó de 2.400 a 1.700, incluso existieron subas de caudales del domingo, como Sergio Hernández de Lamarque, que creció de 1991 a los 2.216 de las PASO.

En Juntos, los maltrechos fueron varios intendentes. No les fue nada bien a Sabina Costa en Allen

ni a Daniel Fioretti

en Regina.