Colapsó el basurero municipal de Río Colorado

El basurero municipal a cielo abierto de Río Colorado está colapsado. Ocupa una superficie de 7 hectáreas y el vertedero no tiene más espacio para recibir la descarga de los camiones. Tampoco cuenta con las obras de ingeniería sanitaria para evitar el daño al medio ambiente.

Todos los días las montañas de desperdicios que son incineradas contaminan el cielo. Y luego va a los rellenos sanitarios.

Muchos vecinos, ante el colapso del basurero, llevaban sus desechos domiciliarios para arrojarlos en el basural de La Adela. Hasta que el intendente de la vecina localidad pampeana firmó una resolución que prohibió el ingreso de desechos generados fuera del pueblo.

Ante el desborde, proliferan los basureros clandestinos y al municipio les cuesta controlarlos. (Ver recuadro)

Por los distintos registros y movimientos que contabilizan los organismos oficiales, se calcula que la comunidad de Río Colorado, compuesta por 18.000 habitantes, está generando por día y persona, entre 70 y 85 kilos de basura, lo que arroja el número de unas 15 toneladas diarias.

Ante la consulta de “Río Negro”, desde el área de medio ambiente municipal respondieron que se intenta crear una cooperativa de “recicladores” para atenuar el problema.

La iniciativa prevé la generación de ocho puestos de empleo y apunta a que la cooperativa pueda autosustentarse económicamente.

La única inversión que debería realizar el municipio es un tinglado para que el personal trabaje a resguardado. Y para almacenar los materiales reunidos, además de la cobertura de un seguro, precisaron las fuentes que trabajan en la iniciativa.

Pero el problema de la basura se agravó con el tiempo y el del reciclado es sólo un proyecto.

Desde el mes de abril, la comuna vecina de La Adela (La Pampa) prohibió del ingreso de los residuos generados en Río Colorado. Su planta de procesamiento de basura está diseñada para una población de 4.000 habitantes.

Los “puntos limpios”

en la ciudad

Medio Ambiente municipal realiza la recolección de plásticos y cartones en los “puntos limpios”. Están en Barrio Unión, El Rosario, la Plaza San Martín, Escuela 9 de Villa Mitre, Biblioteca Domingo F. Sarmiento, Escuela primaria Nº 18, Barrio Burnichon, Buena Parada y Colonia Julia y Echarren. Además en la oficina que tiene como responsable a Gisel Etulain, cuenta con un recipiente para recolectar pilas.

Crecen los vertederos

clandestinos

Contravenciones: constantemente se están erradicando basureros clandestinos, que surgen en todos los barrios. A pesar de las tareas y las multas realizadas por el área municipal, no logran disminuir las contravenciones de los vecinos desaprensivos.

Recolección: para las tareas diarias en la zona urbana se utiliza dos camiones (un volcador y un compactador) y un total de 8 empleados se desempeñan juntando la basura de los canastos domiciliarios .

Quejas: constantemente se recepcionan quejas de los gremios en las que denuncian “el estado precario” en que desarrollan las tareas las personas que trabajan de recolectores. “Sin la ropa y calzados adecuados, sin guantes y medidas de protección y seguridad. Son reiterados los accidentes que sufren los trabajadores, como caídas del camión, o las heridas en el cuerpo por la imprudencia de la población que mezcla vidrios o latas con el resto de la basura en las bolsas”, señalaron desde el gremio.

Residuos: un 64 por ciento corresponden a materias orgánicas, que podrían servir para producir abono o humus natural. Un 7 por ciento de la materia recolectada es reciclable e inorgánica y el restante 29 % de los residuos son de rechazo.

Dato