Así funcionará la tarjeta Alimentar en Bariloche y la región

“No soluciona el problema en sí pero viene bien. Es una gran ayuda”, definió Natalia, de 30 años, mientras aguardaba que la llamaran por su apellido para recibir la tarjeta Alimentar.

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La mujer del barrio Furman tiene dos hijos de 2 y 11 años y hacía tareas de limpieza, pero no hay trabajo desde hace dos años. Cada tanto, los fines de semana, consigue alguna changa.

“Me enteré de la tarjeta por las noticias. Me metí en seguida en la página de Anses y con mi DNI, vi que era beneficiaria”, explicó la mujer con su hija menor a cuestas.

La entrega de las tarjetas Alimentar, el programa del Ministerio de Desarrollo Social de Nación, para 3.000 beneficiarios de Bariloche, Dina Huapi, Pilcaniyeu y Villa Llanquín, comenzó ayer por la mañana en el gimnasio municipal 3, en el este de Bariloche. Se extenderá durante hoy y mañana, de 8 a 16. Luego, se podrán retirar en el anexo del Banco Nación, en Anasagasti al 1.400.

“Las tarjetas tienen un monto de 4.000 a 6.000 pesos de acuerdo al grupo familiar y pueden ser utilizadas en todos los comercios adheridos a Mastercard. Se usan con posnet como cualquier tarjeta de crédito”, explicó Horacio Medina, gerente del Banco Nación de Bariloche.

Germán Guaresti, secretario de Política Alimentaria del Ministerio de Desarrollo Humano de Río Negro, recalcó que los beneficiarios perciben la Asignación Universal por Hijo:“Mujeres con un hijo o más hasta 6 años, personas con discapacidad y mujeres embarazadas a partir del tercer mes”.

Se puede emplear en supermercados, mayoristas y mercados barriales para comprar alimentos, en una sola vez o o varias hasta agotar el saldo. El monto se renueva automáticamente el primer viernes de cada mes.

El secretario de Desarrollo Humano Integral del municipio, Juan Pablo Ferrari, añadió que el programa repercutirá en la economía local ya que las tarjetas “aseguran un consumo extra de 13,5 millones de pesos mensuales”.

“Supe que me la daban porque recibí un mensaje telefónico de la Anses. Es una buena ayuda. En mi caso, voy a comprar leche, una bolsa grande harina y por lo menos, con eso tengo para hacerle pan a mis hijos”, resumió Belén, de 39 años. La mujer tiene cuatro hijos de 12, 10, 7 y 4 años. “Trabajo por mi cuenta haciendo masajes. Pero la situación está muy difícil”, dijo.

La única condición de la tarjeta es comprar productos de la canasta básica familiar y están exceptuadas las bebidas alcohólicas. En un sector del gimnasio municipal, un equipo del gobierno de Río Negro capacitaba a los beneficiarios sobre la compra de alimentos.

“Es importante incorporar otras harinas, como la integral o la de salvado. Es más nutritiva que la harina blanca porque aporta vitaminas y minerales”, indicaba una trabajadora del gobierno provincial.