Tobías, el pequeño corredor de Neuquén que se anima a los grandes desafíos
Tobías Quispe empezó a correr a los 4 años y hoy, cinco años después, ya se anima a los 10 kilómetros, siempre con el apoyo incondicional de su familia.
A sus nueve años, Tobías ya sabe lo que quiere: correr. Desde que tenía cuatro años, se animó a recorrer la barda de Neuquén capital y a dar sus primeros pasos en una escuelita de atletismo dirigida por dos profesores que marcaron su camino. Hoy, a su corta edad participa de carreras de trail runing en categorías juveniles.
“Él comenzó a los cuatro años más o menos, primero caminando, después corriendo cortas distancias de 200 metros”, contó su papá, Cristóbal Quispe. Con el paso del tiempo, Tobías fue aumentando la distancia: primero 2 o 3 kilómetros, luego cinco. Cada meta que alcanzaba se convertía en un nuevo desafío.
«Él veía que todos hacían podio y me decía: yo quiero, quiero estar ahí arriba. Yo le decía: eso va a llevar un tiempo, lo único que hay que hacer es entrenar despacito, recién comenzás”, recordó su papá.
Cuando contó que quería correr diez kilómetros surgió un problema: en esas carreras no hay categoría para su edad. “Me decía: yo voy a correr, yo quiero correr», contó Cristobal, quien no dudo en encontrar una solución y darle la alegría a su hijo.
Su edad era el mayor inconveniente. Sin embargo, su papá tomó una decisión: «Lo acompañé a correr», comentó. «Acá es solo para correr, no te vas a poner mal si no haces podio porque vas a competir con gente más grande», le advirtió al niño de nueve años apasionado por las carreras.
Así llegó el primer gran desafío: la primera edición del Trail de Mariano Moreno. Allí, Tobías recorrió kilómetros junto a su papá, disfrutando del aire libre y de la experiencia compartida. “Yo le decía: corré, caminá, lo que vos quieras. La intención es llegar y llegar bien», relató su papá.
Entre las fotos que se sacaron corriendo, Cristóbal recuerda una especial en la que las risas son las protagonistas de la postal. «Nos íbamos riendo porque ya estábamos por el kilómetro 8 y yo estaba cansadísimo, pero él iba re bien», rememoró.
Tobías se destacó entre corredores mucho mayores que él. “Había más chicos, pero eran mucho más grandes, de 16 a 18 años. Él era el único de su edad”, contó su papá, orgulloso. Y aunque la competencia podía parecer intimidante, para Tobías lo más importante siempre fue disfrutar.
Pero el running no es su único interés: también juega al fútbol junto a su hermano Jeremías y se anima a otras disciplinas como kayak. “Mi teoría es que en cualquier deporte que quiera hacer que lo haga. En verano quería hacer kayak y le dije: bueno, vamos a ir”, dice su padre.
Para él, lo fundamental es fomentar la actividad física en los chicos, acompañarlos y motivarlos, más allá del deporte que elijan. “No lo hago ni por competir, ni por podios. Si sale, sale, y si no, está bien igual. La idea es divertirse y fomentar la actividad física. Es fundamental que los padres acompañen a sus hijos en lo que elijan”, afirmó.
“Es hermoso, espectacular, emocionante. Me siento orgulloso de él. Nunca pensé que iba a tener tanta trascendencia, se me caían las lágrimas”, confesó su papá. Así, entre risas, entrenamiento y kilómetros recorridos, Tobías y su papá construyen recuerdos que quedarán para toda la vida.
A sus nueve años, Tobías ya sabe lo que quiere: correr. Desde que tenía cuatro años, se animó a recorrer la barda de Neuquén capital y a dar sus primeros pasos en una escuelita de atletismo dirigida por dos profesores que marcaron su camino. Hoy, a su corta edad participa de carreras de trail runing en categorías juveniles.
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